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APF;N.DIO l)EL PADBB CAPP.A
' tHJS
expediciones
(y
)e
todo lo cual,
y
en especial Jo último, 0omo queda•
ba. de
u~
golpe
zanjtl.dovistiendo la cogulla, oonaausae serían
pro•
b,.,blemente para deoirdirlo al paso qae di6 (z).
Siete
aij.osvi~ió
re·
CRJTICA
muerta
por la avarícía
é
iniquidad
de quien
d~bia
obser•
va,rlas
ó
hacerlas·observar.
(y)
Curioso
es que
el P.
Oapp'
sabe
aun lo que "casas
tenia
en el
bolsillo,
y
hasta lo que estaba en su memoria,
Para
·este fin, hemos visto
ya
qne el Padra tuvo cuidado
de notar que
IAs
Casas compró
al
fiado
un
bu~ue,
como
yo mismo lo
avisé
oportunamente..
¿
Y
se
pretende
ahora saber que
todavia
no se
babia
pagado
tal
cuenta?
Es
ve1dad
que
Oviedo
habla tambien
de estas deudas; pero
el P.
Cappa sabe ·que no se puede dar
fé
á
Oviedo,
tratán–
dose del
P.
Las
Casas,
y
sin
embargo
re{!urre
á
él
por
que le conviene,
.
(z)
~e. evidente
que aquí se
trata
de deudas propiamen..
te dichas en órden
á
la justicia conmutativa, En efecto
. el P.
Cappa
distin
tainente
menciona
tres razones
por las
que se pliiede
explicar
el
ingreso
de Las Casas en Ja Or..
den deminicana,
.
En
primer
lugar: los
repetidos
disgustos
y
fracasos.
En segundo
·Jugar: su desprestigío en
Espajia.
En. tercer
lugar~
sus deudas.
·
Discurriendo, pues, oomo conviene, las dos
primeras
.
esp~cies
de .
caus~~
1
si
00Bstituye1:1
en ciertos casos
una
. deuda
ú
obligacioo,
es~,
en
rigor,
no es en el
0rden
de
la
justicia,
sin<?
de la c9nveniencia. ·
Lueg<'>
cuando el
P.
Cappa,
de
una manera especial, insiste sobre las deudas,
es ev-ideJ:\t@ que
quiere
hablaT de las dauda.s rigurosas da·
j.\lstieia,
y
no
de las otras
q.uepertenecian
á
las dos
pri–
mer~s
:razones.
Asi
se explica por qoé
hizo
notar
que Las·
Cas11is· oompró uu
buque·
al
fiado.
.
.
.