,
año
1550,
después de muchas atrocidades
q ne cometieron incendiaron la ciudad de
Santa Marta, y cinco años después, estoes,
en
1555,
El Bayano,
negro que se decía
rey, encabezó u na rebelión de lo.:> de sn ·
raza, cometió toda cla.
e
de crímenes, 1le–
nó de espanto la comarca, y, por
fin
ob11gó
al Marqués de Cañete á enviar al Itsmo
nna gruesa expedición que s61o redujo
á
los amotinados después de una ruda cam–
paña.
En México había ocurrido ya otro in–
tento de rebelión, que fué descubierto á
tiempo
y
castigado con rigor. Pero lo
que espanta es 1a
herodz'ada
cometida en
las provincias de Veneznela por los años
de
1500,
según refiere Montesinos en sus
Anales.
Des nbierta a11í una conspira..
ción de Jos· africanos, se ajustició
á
todos
los neg ros " i
11
exceptna r varón, más qne
las mujeres; y con este castigo nunca más
hubo a11í alzamiento de. ta gente."
No faltaron espíritus levanti scos que
quisieron aprovecharse de la ferocidad de
Jos negros para satisfacer sns desprabados
designios. Véase lo que cuenta don
Ni–
colás Matías del Campo y de 1a Rinaga en
su libro
Flores Peruanas,
impreso en l\!Ia–
dricl de 1673:
'~Cincuenta
años habrá que