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Apéndices.
,1
q uel virey hacia a l factor y los descargos déste,
é
«
vió al
virey echar mano
á
una daga ó puñal, é le tiró un golpe.•
Quiso contenerlo Estopiñan y se abrazó del virey dicién–
dole: «·no, señor, que no se sufre que VS. haga eso, que se
destruye. » Amenazóle _el virey si no le dejaba, y tiró otro
golpe al factor, del cual
(sic)
pidió contesion. Luégo un
Tapia, criado, y Vela, pariente del virey , por mandato
deste, le dieron de estocadas con sus espadas. Estaban pre–
sente Cueto, cuñado del virey, Ribadeneira y otros criados
del mismo.
El 7.
0
,
Alonso de Lerma, queriéndose acostar poco
ántes de media noche, llamado del general Vela Nuñez
para que con él y algunos soldados viesen si podían haber
algunos de los que se huian; ya que habían andado algu-
. nas casas de las que daban sospecha, llamaron
á
la del
factor y le hallaron acostado en su cama. Extrañó y sintió
mucho la huida ' de sus sobrinos y fué llevado
á
casa del
virey ~
Lerma le dejó en la cámara y bajó por mandado
del general á dar pólvora
á
los arcabuceros y poner guar–
das en la escalera
y
puertas. A poco oyó que el virey habia
muerto al factor. Mandóse
á
Lerma por un alguacil, que
ántes de amanecer le llevara
á
enterrar, como en efecto le
condujeron y enterraron en la iglesia mayor dicho algua-
cil Castro y Sebastian de Coca.
,
El 9.
º,
Agustin de Zárate dijo ques público y noto–
rio» y quel virey la misma mañana le dijo cómo sus criados
le habían hecho pedazos «en su presencia, porque le
habia dicho algunas palabras descomedidas;» callaba el vi–
rey que el habia dado las primeras puñaladas
(*).
El
11.
Este testigo y Lorenzo 'Mexía fueron llevados
aquella noche ' al virey, quien les mandó declarar sobre
la huida de don Baltasar de Castilla, y .porque no sabian
dar razon, mandó traer un tormento y un garrote y un
clérigo para confesar al .deponente. Pero
á
este tiempo
(*)
Nótese la conformidad, en
el
fondo, de esta
declaraci~n
con lo.
\ que dice en su Historia del Perú.