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1

Número

Io.

0

71

reinos, é libertó luego

á

los indios ·del servicio que hadan

á los cristianos, y que como libres se fuesen

á

donde qui–

siesen, y hiciesen de sí libremente á su voluntad; y en

todo lo demás de las ordenanzas lo iba ejecutan do co–

mo V. M . lo manda. Y con esta libertad que tomaban los

indios, vi que los indios que estaban dotrinados en nuestra

santa

fe

católica y la sabian y eran cristianos batizados,

vilos sin

fe

y en sus ritos y sacrificios y leyes como solian,

vueltos á -sus caciques y á sus pueblos como árttes; y desto

toda esta tierra es testigo. Vi tambien que en las casas de

los cristianos y en los tambos por los caminos á donde

cada noche

l~s

enseñaban la dotrina cristiana, ya no se

usa esta costumbre, porque no hay á quien enseñarla,

porque todos se fueron á sus tierras y caciques. Y llegué

á la cibdad de San Miguel y vi que en la iglesia, á donde

salia haber

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niños indios que servian en la iglesia y les

enseñaban la fe y las cosas del servicio divino, cuando yo

llegué, no habian quedado más de dos; todos los demás se

habian ido á sus pueblos con sus padres á vivir en su ley

y ceguedad. Y todo esto vi hasta llegar á la cibdad de los

Reyes, y de todo esto no me quedó sino llorar por ver los

cristianos volverse infieles, y más sabiendo que la voluntad

de V. M . es que los indios infieles sean cristianos y do–

trinados en nuestra santa fe católica y no que dejen la

fe

y se tornen como solian. Y el recibimiento que sus caci–

que les hacian era sacrificallos porque eran cristianos

y

habian servido á cristianos; y esto' era muy público por

los caminos. Y de un cacique yo soy testigo, porque se lo

reñí, y él me confesó que babia sacrificado una india; y

viendo esto, no pude dejar de sehtillo;

porql.le

tener los

indios subjecion á nuestra santa fe católica, y que estén

domésticos y mansos al evangelio

y

nuestra cristiahdad,

no es quitalles la libertad, mas ántes es dalles aquella

li–

bertad que

Christus liberabit nos,

más que hacellos escla–

vos, porque se han de tratar

non sicut serví sub lege, sed

sicut liberi sub gratia constituti.

Y en la cibdad de San

Miguel y de Trujillo vi los vecinos muy alborotados

y

turbados, por que suplicaron de las ordenanzas y leyes que

secutaba y no les quiso otorgar la suplicacion, mas ántes se