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Número
Io.
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reinos, é libertó luego
á
los indios ·del servicio que hadan
á los cristianos, y que como libres se fuesen
á
donde qui–
siesen, y hiciesen de sí libremente á su voluntad; y en
todo lo demás de las ordenanzas lo iba ejecutan do co–
mo V. M . lo manda. Y con esta libertad que tomaban los
indios, vi que los indios que estaban dotrinados en nuestra
santa
fe
católica y la sabian y eran cristianos batizados,
vilos sin
fe
y en sus ritos y sacrificios y leyes como solian,
vueltos á -sus caciques y á sus pueblos como árttes; y desto
toda esta tierra es testigo. Vi tambien que en las casas de
los cristianos y en los tambos por los caminos á donde
cada noche
l~s
enseñaban la dotrina cristiana, ya no se
usa esta costumbre, porque no hay á quien enseñarla,
porque todos se fueron á sus tierras y caciques. Y llegué
á la cibdad de San Miguel y vi que en la iglesia, á donde
salia haber
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niños indios que servian en la iglesia y les
enseñaban la fe y las cosas del servicio divino, cuando yo
llegué, no habian quedado más de dos; todos los demás se
habian ido á sus pueblos con sus padres á vivir en su ley
y ceguedad. Y todo esto vi hasta llegar á la cibdad de los
Reyes, y de todo esto no me quedó sino llorar por ver los
cristianos volverse infieles, y más sabiendo que la voluntad
de V. M . es que los indios infieles sean cristianos y do–
trinados en nuestra santa fe católica y no que dejen la
fe
y se tornen como solian. Y el recibimiento que sus caci–
que les hacian era sacrificallos porque eran cristianos
y
habian servido á cristianos; y esto' era muy público por
los caminos. Y de un cacique yo soy testigo, porque se lo
reñí, y él me confesó que babia sacrificado una india; y
viendo esto, no pude dejar de sehtillo;
porql.letener los
indios subjecion á nuestra santa fe católica, y que estén
domésticos y mansos al evangelio
y
nuestra cristiahdad,
no es quitalles la libertad, mas ántes es dalles aquella
li–
bertad que
Christus liberabit nos,
más que hacellos escla–
vos, porque se han de tratar
non sicut serví sub lege, sed
sicut liberi sub gratia constituti.
Y en la cibdad de San
Miguel y de Trujillo vi los vecinos muy alborotados
y
turbados, por que suplicaron de las ordenanzas y leyes que
secutaba y no les quiso otorgar la suplicacion, mas ántes se