Prólogo.
ClX
su manuscrito, no pudo haberlo presentado aJ Príncipe
sino en los últimos meses de, aquél
~
primems del in–
mediato; y por otra; en que fray ':(ornas de San Martín
vino de donde
~staba
el Emperador, proveido para el
obispado de Chárcas, cuando se estaba examinando en
el Consejo de las Indias la primera parte de la Crónica;
cuya venida fué ·en setiembre ú octubre de
I
5
52;
y
la
aprobacion del Consejo no debió tardar y es .muy, po-
1
sible que se despachara en ese mismo año de
15
52,
por
. e
c':lanto en marzo de
I
553
aquella se concluía de impri–
mir en Sevilla.
A contar de ese añQ, ¿qué fué de ·nuestro Cieza,
á
quien su libro dió seguramente justo renombre y fama?
¿Por qué no publicó_las otras partes de su Crónica?
·¿Faltáronle, por ventura, proteccion y recursos? ¿Inter–
vino la
e~vidia
en sus negocios ó llegó
á
entorpecerlos
y
estorbarlos
in~efinidamente
la enredada maraña
o.fici–
nesca?
Se ignora; pero consta que el insigne cronista
del Perú falleció en Sevilla oscurecido y poco ménos
que olvidado, no se sabe en qué dia, pues A.lfonso
Chacon, de cuyas notas á la
Biblioteca Universal
toma
la noticia Nicolás Antonio, dice que Cieza murió en ...el
año de
I
560
ó poco ántes. Creamos, , sin embargo,
que su muerte seria como de quien pasaba de este
mundo _harto de trabajar y merecer, con la conciencia
quieta y desengañado de la justicia de los hombres.