Carta de Eucherio.
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no~
se anunéiaba por . el univer- mundo están, dice el discípulo
so mundo:
y
por
la mesma ra-
amado
del
Señor
(a). Y con
ra.
zoo tuvo él libertad para discur-
zon: porque todas las
cosas
mua.
rir predicando el Evangelio den-
danas
engañan nuestros ojos
de Hierusalém hasta
el
lllirico.
con afeytes
y
colores postizos.
Lo qual iCÓmo pudiera, si no es- Pues as1 es, la virtud de Los ojos,
tuvieran juntas debaxo de
un
se· que se nos dió para gozar de la
ñorio la multitud inumerable de
luz, no se debe aplicar alerror:.
y
regiones
y
ciudades ,
y
se
do·
la que para el uso
de
la vida
fué
mesticara la fiereza de las bár- dada, no
nos sea causá
de muer–
baras
naciones~
Asi
se
cumplió
te. Los deseos de la carne (dice
lo que
ahora vemos cumplido, el Apóstol
S.
Pedro)
(b)
peleaa
que dende
el
Oriente hasta
el Po-
contra nuestra ánima,
y
siempre
niente , dende el Septentrion están en frontera contra el es–
hasta
Medio
dia, por todos los píritu. Y (como se acostumbra
lados del mundo suenan los loo • .
en
ere
los reales
de
lo§ enemi–
res de Christo; aceptando su fé
gas ) tanto mas lá carne se es–
el Tracense , el Africano , el
fuerza , quanto el espíritu
mas
Siro , el Español. IJo qual miste-
se
enflaquece.
riosamente
·se
signifi
ó
y
se o-
r
s.
v.
menzó á executar quando en
tiempo de la república Romana,
teniendo el sceptro
de
todo
el
MAs
hastct
ahora (ilustre Va·
mundo
1
el Emperador
Octayia-
leriano)
yo
he tratado de
no , clescendió Dios
á
la
tierra.
los halagueños dele
y
tes , de
las
Para
cuya venida
y
próspera di.
riquezas,
y
de las fingidas
y
fal·
latacion
de
su nombre se prove-
samente estimadas honras, co..
• yó y
ru·ndó
y
acrecentó en
di-
mo si el mundo estuviese en ·su
versos tiempos la policía de
los
vigor
y
fuerza
para
engañarnos.
Romanos,
así
en tiempo del
i
Pues quánto mas se potlr.i ar·
mando de los antiguos Reyes, guir el embaimiento de los hom·
como en el de la gobernacion de bres , quando
ya
el resplandor
los
Cónsules:
segun podrá cla-
del mundo ( que
antes
cou sus
'ramente
mostrar con mediano
relámpagos
deslumbraba
los
ingenio qualquiera que .afirmar- .
~undanos,
y
~on
cara. llena de
lo
quisiere.
y
tú
mejor lo
~~~des
r!sa,
y
ad~ltennos
atav1os reque
conocer, pues te son
f~m1hares
na
sus á rumas, mostrando _fal–
las
hist
0
fias
de
tu nacmn.
Por
sos
amores)
ya,
ya se ha escu–
tanto dexado esto
vuelvo
al
recido'
y
Ciescubre claramente
propósito
que dende'el prin : ipio su fealdad
y
meotiras1 Vuelto se
pretendí. No querais amar al
ha
e11
negrura aquel
hermoso
mundo ni
las
cosas
que
en
el
rostro
con que transportaba los
'
Ggg
sen·
(a)
i;.
joan.
2 •
(b)
1.
P~tr.2.