+~o
Carta de Eucherio.
-Apóstol
dice) (a) fué
manifiesta
conocen el
autor
de
1a
vida~
Los
su
Encarnacic~
por
el
Espíritu que á Dios ignoran,
y
tropiezan
Santo, por cuya virtud
fué
con· luego en
el
umbral de la
j11sticia;
cebido: descubrióse á los Ange-
f.CÓillo
llevarán
á
otros por la
les: pt edicóse
á
las
gentes:
ere- m nno á la
ver<lader~
virtud1 Por·
yóla el mundo;
y
así fué coln- que necesari.Jmente
e~rando
en
cada en su gloria.• Donde
tanto
e! principio, siempre i rán desca-
Je eosalzó ,su
Eterno Padre,
y
-le minados ,
y
en
vano
correrán
<lió
nombr9 sobre todo nombre, adelante.
Y
así parece ello ser.
que todas las criaturas , quaotas Porque los que entre ellos deter·
hay
en el
Cielo
y
en la tierra, minan las mas honestas reglas
la
mar
y
en los abismos
co nfie-
de costumbres, no pretenden
si–
san que nuestro Señor JesuChris- no v:rnidad
y
arrogancia :
y
por
to es Dió.s
y
Rey antes de todos esta trabajan de manera, qué
J!D
los siglos.
·
abstenerse
de vicios no carecen
§.
V l.
Y
Si
quieres
de esto gozar, de–
xa
la
doctrina
de los Filóso–
fos , en que emf eas tus estudios
y
licion ,.
y
ocupa tus
buenas
ho ~
r.asy
espíritu
en la
ooctrina
de
Jesu Christo, en la qual tampv–
co te faltará campo para dilatar
tu ingenio. Antes
tengo
por ave–
riguado
que
en gustáci'dola cono·
cerás quáoto se . deba anteponer
l~
ciencia de piedad
y
amor di–
vino á
los preceptos de
los
Filó–
sofos. Porque en las sentencias
de
aqudlos
se halla . la virtud
so–
lam~nte.
contrahecha,
y
la sabi–
rluna
solamente dibuxada ;
y
en
esta nuestra di cipl1na se enseña
la
p
r fo cta justic ia ,
y
maciza
verdad : tanto ,
que
con razon
afirmaré que ell os usurparon el
nombre de F ilósofos ,
y
noso–
tros ab razamos la
v~da.
Dime,
yo
te ruego;
i
qnáles preceptos
pueden
da~
de vivir los
que no
de vicio. Estos son de
quien
se –
escribe
que
saben las cosas
~et
renas;
porque
de la tierra
y
de
los gustos
de
ella tratan ,
y
esta
d~seaa.
Pues pretendiendo este
fin , manifiesto es que
no
posee–
rán la
verdadera
sabiduría ni la
verdadera virtud.
i
Por ven
tura
algun discípulo de Aristipo po–
drá
enseñar la verdad ; cuyo en–
tendímiento
no mira mas
á
lo
alto
que
los ojos
de
Jos puercos;
constituyendo la felicidad d_el •
hombre en los dele
y
ces del cuer–
po,
y
haciendo su Dios
á
su vien·
tre,
y
su gloria á sus miembros
deshonestos
~
i
Este
tal
juzgará
-alguna cosa justa
y
honesta; por
c\J ya
filosofia el glocon,
el
pró~
digo , el foro.icario
y
el ar:non·
tonador
dé
dmero soo
beaufica·
dos
?
Pero coutra
los tales oLro
lug;:ir
habrá de disputar. .
Vengamos
á
las
sentencias
d~
los mas justificados,
y
que
á
tI
mas contencan ; porque deseo
que ·
dexes aun aquellas .genera·
les
. (a) ·
1.
'J'im._3,