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Ca rta deEucherio.

41

I

e

mos ser honrados

y

ricos

donde

tenido.

El dia

que no

sarem~s

si

hay

desengañada discrecion

de

está lejos,.teng.ámosle por

vect~o.

males

y

bienes;·

y dond'e el

bi·e ~

Apercibámonos·

_para la

p~rti?a

no

tiene mezcla de

mal;.

y

do n.d e con tales propósitos

y

medttacio·

lo

que de· una'

vez

se alca·nza, nes ,.que t

emie

ndo

la

muerte an··

siempre

se posee ;

y

lo

qu·e una

tes. que

v

~n.ga

,. q_o-

la

temamos

vez se gana,. -nunca jamás se· quand'o v

mter

e.

Bienaven~urados

pierde..

los

seguidores

de

Chnsto ,

á

Mas p_orque arriba

diximos quien no

fati'ga el'

rece

l'o de mo•

que los

bienes.

de

esta•

vida corI'

rir',

y.

con quietud'

y

c

?n.venien.te

,

la

muerte·

se

piérdeo ,.veamos

si apareJO· esperall

sui

u

lumo dia,

por

ventura

tenemos algun

tiern-· en·

el qu-ali

d'eseant

y

conffan ser

po seguro,

ó·

sii

conviene que

es-

suelto~

,

y

estal"'

con·

su amado;

temos

en; continuo

sobresalto•.

porque

los·

ta-les:.

tendrán·

por me.

Ningun~

cosa ven fos hombres jor

acabar

hoy

antes 91ue·

maña–

mas· á

meaud·o

que

morir;.

y de

· na;

pues:

pásan d'e la.

Vlda

tempo·

ninguna

cosa

mas·

se

ol'vid·an

qt.re

ral

á

la que·

perm-anece~

para·

de

la

muerte.

Pasa

el human

o li -

siempre.

Mu-chos

son

l·o

~qt.re·

esto

11age

de

g.eneracion

en

genera -

enLienden ;

y

pocoS'

fo

s. qu

e lo /

cion

arrebatadamente ,

hasta que·

consideran:-

mas-

dond·e se

trata.

toda-la succesion de l'os hombres

de vi'da,

no

sf.ga

mo~la;

campa·

se

acabe

segun la ley de loS'

siglos.

ñía de los

ae

gtigen

-tes

~

ni·ea

·ae–

Nuestros p-ad'res füeron

delante;

gocio tan importante

imitemos·

y

nosotros

'los seguiremos de pri -

tos

yerros agenos con

daño

de·

sa;

y

asi

corre todo

el

número,

de·

nu·estra

salud. P'nrque·en

el

juicio–

los

hombres·

como

arroyo

de

divino

no·

no"

ex-cusu'á

1·a m

1che·

a

gua qu

e dedend'e

de los montes:, dumbre

de

los· engafradoS' , quan •

ó

co.mO'

!'as.ondas

del mar" que se·

do particularmente

será cada

d

e.shace

n . Uegarnio

á

fa

costa ,, uno· examif1'ado ;·

y

segun sus

mientras otras se levantan :

así propios méritos

serf

condena.J o

nuestras

e~ad~s

se acaban llegan.

ó.

absuelto,

sin

hacer· cuenta

del

do

á

su

termrno ;·

y

comtenzan·

otro-

pueblcí.

Cecien

pues ,

Ct'Se n

otras ,.

que

tambien

á

su

tiempO'

los

vanos

co'nsudos.que

nos

h"1cen

'fenecerán.

Suene pues ccmtinua- .

no sentir· nuestros dJños. P'orque

mente err

nuestras orejas

el

ruido·

mejor

será

perpetuar

oues-rra

vi -

de

e:sta corriente;

y

el ímpetu de·

da con

los

pocos,

que perderla

c~tas

olas

de

dia

y

de-

noche

des- con

los innumerables.

Mll y

ci,,go

p1erte

nuestra. memoria.

Nunca

y

desvariado

es

por

cierto

el qu t}

perdamos

vista la

mutabilidad

disimula

su

pérdida

por

seguir

á

de nuestro

estado.El

fin necesario qtüen

despues.

no·

le

pu.eJe reme –

de nuestr

a vida ten

gámosle

por <liar. Por tanto no nos

He ve

al

presente;

pues tanto

mas cerca descuido

de

los

pecados el exem·

le

tenemos ,

quanto

roas se

ha

plo

de

los

pecadores ,

ni tenga

Fff

2

en