Carta de Eucherio.
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de trabajos, Jlena de congojas,
nos llama con castos
re~alos;
y
llena de peligros, llena de cuida-
ésta n?s . desecha con perpetuos
dos, afügida con enfermedades, desabnmtentos. Por · tanto pues
triste con temores , inc
iertay
los
me~mos
males nos enseñan la
desasosegada como mar
q.ueen verdadera prudencia; si la dul·
todo
tiempo hierve con tem· zura de los bienes celestiales no
pestades.
nos enamora,
á
lo menos abor.
~Pues
qué razon
6
qué
interese
rezcamos la amargura
y
afticcion
puede -persuadir al hombre
á
de los trabajos del siglo. Si
no
despreciar los bienes eternos,
y
abrazarnos los honestos placeres,
seguir los temporales , tan falsos huyamos siquiera los crweles to.11.
y
tan resv aladizos?
t
Por veatura meatos: que los unos
y
los otros
no
ves como
los
hombres de este
á
una juntan sus fuerzas para le–
siglo en Ja tierra donde esperan vantar nuestros corazones á la
·morar
la
mas parte de su vida, vida verdadera : por la qual se
procuran
llegar h:'.lcienda ,
y
nos hará dulee qualquier trabajo
acrescientan sus patrimonios;
y
presente.
en la ciudad de donde piensan
Porque si algun hombre rico
y
pre~to
partir , trabajan poco por poderoso uos llamase prometién–
.ennquecer ,
y
en
u
casa
hacen denos amor
y.
obra de padre, se–
pequeña provision
~
De
esta ma-
guirle hiarnos sin
tardanza
á
nera , pues nosotros conocemos
tierras extrañas, rompiendo qua.
la estrechura del
mundo ,
y
la
lesquier dificultades
y
estorbos
l,igereza del tie
po ,
y
sabcJDos del camino. Dios , Señor del
que los siglos venideros
nunca
se universo , cuyos son todos los
acaban,
y
la patria que espera-
tesoros, nos llama para nos amar,
mos es espadosísima; procuremos
y
para se nos
comunic~r
(sola·
a~raygarno
1
s
en ella , pará que mente que le aceptemos al dulce
v1vamosprosperos donde siempre apellido de hijos, con que llama
habemos
de morar. No perverta·
á
su único
eng~ndrado
nuestro
mos
los cuidados, poniendo ma. Señor Jesu Christo);
tY
tú em–
yor solicirud en el breve
y
mise· perezas,
y
no extiendes siquiera '
rable provecho ;
y
menor en
el-
la
mano con viveza
y
alegria
eterno
y
verdaderamente bien. para recibir dignidad tan glorio•
aventurado. Tanto es cierto
lo
sa
~
Mayormente pues para al·
f}Ue cfigo , que no sé
de~erminar
canzar tan alto estado no has
de
CJUál
respeto es mas eficáz ,para peregrinará tierras muy
a~arta·
levantar nuestros corazones
•á-
los das
ni
arriscarte á los peligros
deseos de
Ja
vida del cielo:
6
Ja
del
~ar:
donde quiera
y
quando
consideracion de los bienes
qué
quiera que
qui~ieres ~
y.a eres
e~
el!a poseerémos ; 6 la expe-
adoptado.
t
Por ventura por
eso
rienc1a de los males que en ésta seremos mas fl oxos ,
Y
menos
nos
persiguen: porque aquella codiciosos de tan
grande
merced,
poi ...