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ile la E
iho·rt.acion
d 1a171rtuJ.
-n
t
tnesmo Juez nos declaró
con
llas
estaban
gllard~daS'
p"'!ra
tes•·
taotos exemplos las leyes de su
timonio
de
la iloria de
aquella
juicio,
y
el norte por donde nos persona:.
y
en la cuenta de estas
babia de juzgar ; ten
qu~
seso entra la
salud
de aquel santo !a–
cabe creer que .de otra
maner~
dron:; en. la qual obra
n~
es me–
pasará. el negocio,. que io. predt· ·nos
ad_m1~able
su cohfes1on
que-
,
có el que lo
ha
de
senténc1ar
l
$U salvacwn;
pues confesó
en la
·
Cruz el
Rey
ao
~
y
predicó
la
fé
§.
I .•
'iuando los
Apóstoles-
Ja perdie.
ron·;
y
h'On11ó
al Señ-or', quando
Responde
á
algunas objecione3.
todo el" mundo le blasfemaba.
Pues como
esta
m::iravillajunto ·
M
As
por
venitnra
contra todo con las
otras
pertenezcan
á
la
esto me
dirás
(a):
i
Pues el
dignidad
de aqNel
Sefío·r
y
de
ladron no se sa
lvó con una sola aquel tiempo; grande engaño ej,
palabra
á
la hora
de.lamuerte(bi)l querer que gecera'lmente se ha–
A esto res
ponde ~aD
Augustín
g.a en
~ todos
los tiempos lo que
en el libro
alega.do-, que aquella
es.caba
reservarlo
par~
aquel.
confesion del bt:Jen
ládr
n fué
Cónstanos tambien que en to··
la hora de
su
co~ersion
y
d.e ·
das
.las
Repúblicas del mondo
su baptismo
y
de
su
muer te
jun-
hay
cosas
que ordinariamente
tamente. Por donde
as-i
aomo
el se hacen.,
y
cosas· tambien ex–
que muere
aeabándo'Se
de
bap-
traordinarias :
y
tas ordhiarfos
tizar (como á
otros.
muchos
ha
son comunes para todos-;
mas
acon~ecido-
).va derecho-
al
Cielo;·
las extraordinarias soo para
al·
asi acaeció á este dichoso ladron; gu.nos
partic.uJares.
Lo mesma
porque
aquella hora
fué
para él
ta!lJbien pa-sa en
la
Repóblica
de
hora de su
baptisnMJ.
.
Dios,.·que es
su
Iglesia.
Porque
Respónd<rse
tambien que
así
cosa regular
y
ordí-naria
es-
aque·
esta obra
tan maravillosa,
como
J.laque dice
el
Apóstol
(d):: que
todo~
los. miilagres
y
obras. se-
elfin
de
tos
malos será conforme
mejantes estaban profetizadas
y
á
sus obras:.
dando
á
entender
guardadas para-la venida del Hijo que {generalmente hablando)
;i~
de Dios al mundo,.
y
para tes-
la buena vida se sigue buena
timonio de? su gloria:
y
as.i
con-
muerte .,
y
á
la
mala
-vida
mala
veaia que para la hora en que nmette. Cosa tambien es ordina·
aquel
Señor (c)
padeci¡¡ se escu·
ria
que los que
hicieren buenas
reciesen los
cielos ,
y
temblase
ob.ras , irán
á ta
vida
eterna ;
y
la tierra,
y
se abriesen los se-
los que malas
y
al fuego eterno-.
pulcros,
y
resucitasen los muer· · Esta es una sentencia q :.ie
á
cada
los;
porque todas estas maravi-
paso
repiten todas las
-Escrituras
Di–
(a)
Luc.
23.
(b)
De
wera
&
falsa
pcenitentia.
(e)
Matt.
27.
(d)
~.Cor. ~1.
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