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_
<Je.JaExf1()rtacio'n
_á
Ta Pirtud.
.
~
17
quan
po~o
mérito
era
.aquella
Jante
á
la
que
s~eten
h1cer
los ·
sacisfaccton, aunque por entoa- mareantes en tte:npo de
a.lfluna
ces prudentemente disimuló, no grande tormenta: donde propo...
por esCJ le dexét sia cas[igo (a); nen
y
prométen grandes vircu–
antes
á.
la hora de la muerte, coa des
y
mudanzas de. :vida.
Ma11
zelo de justicia, no
de vengan- acabada la ' tormenta,
y
escapa·
za , dexó mandado , como
e11
~os
del
presente
peligro , luego
testamento,
á
su hijo Salomón se vuelven á jugar
y
blasfemar,
que le dkse
Sil
merecido:
y
asi como lo hacían antes;
sin
ha–
lo hizo. Tal pues parece la peni:. cer
m~s
caso de todo la pasado,
tencia de muchos malos Cluis- que si fuera un propósito so-
tianos, los quales· habiendo per- ñado.
·
severado en .ofender
á
Dios toda
La tercera razon es., porque el
la viJa, quando
_llega
la hora
de mal
h.ábito
y
costumbre de pecai"
la cuenta, .co:no ven la muerte queel malo hateoidotodalavida,
al ojo,
y
la sepultura abierta,
y
com
1
.mmente suele acompaíiar
-el
J
!.lez. presente
~
ei1tienden que { como
la
sombr~
al
euerpo}
no
hay
fuerza ni poder contra hasta la muerte: porque la
~os
aquel
sumo poder
~Y
qtie..ell
a.quel
tumbre es como otra naturaleza,
punto se ha de determklar 1o que que
con
gran dificultad se vence.
pard siempre ha d ser, uél-
Y
asi vemos por - experiencia
veuse ai Juez coa gtan .es supli- muc.hos en
aquella
hora tan ol–
cacionés
y
protex.
fo~s.:
las
vidados
de
su ánima, tan ava–
quales, si son verdati
ra~,
o d - rien'tos para
ella,
aun en la muer·
xail
de
ser. pcov
QSa ;
a el te, taa encaf"nizados en el amor
Qomun suce&O de eUas declara lo de la vida (si la pudiesen rede –
que son. Porque por experiencia mir por
algua
precio} tan cap–
b~bt!mos ~isto mucho~
de
estos,
tivos
del amor
de
este mundo,
que.siescapan de aquel peligro,
y
de todas las cosas que en él
luego se descuidan de todo lo ama ·oo., como si no
estuviesen
que ·prometieron ,
y
vuelven '- ca el paso queest,o. iNo has visto
ser
los
q11e
eraa :
y
aun
tornan
algunos viejos en aquella hora
á revocar \os deicargos que
de-
taa guardosos
y
codiciosos,
r
xaban ordenados : c.oino hom- ·tan atentos
á
mirar por sus tra–
bres que no hicieron. lo que hi- pillos
y
pajuelas,
y
tan cerradas
cieron por virtud
y
por amor de las. manos para todo bien,
y
tao
Dios, sino solamente por aque-
vivo
el apetito , aun de aquello
lb p1·isa ea que se vieron: !a que no pueden consigo
llevarl
gual como cesó , cesó tambiea E!te t:s un linag<! de pena coa
el
efecto que · de. ella se seguia.
qu~
muchas veces casciga Dio.
. Ea lo qual.parece·ser a mar. iaculpa, permiliendo que acom–
oera
ae-
pcoitencia _muy.
se~
pañe
j
s~
autor basta la.sepultura;
Ee
ae-
l
(a)
3·
Reg.
~.