CAPÍTUJ:-¡0 XVIII
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confesado i consagrado óleos sin ser sacerdote, recibió cien
azotes i cuatro años de galeras.
I Juan de Cabrera Barba, de veintisiete años, relijioso
profeso del beato Juan de Dios, ordenado de epístola i es–
pulso de su relijion, por haber celebrado misa sin ser sa–
cerdote, abjuró
de lero'i
i fué destinado a galeras por seis
años.
Penitenciados en la capilla, entre año, habian sido,
a~e
mas:
J ósé Ruiz de Peñaranda, breton, preso por ciertas pro–
posiciones heréticas, que fué desterrado a España por
toda su vida.
Manuel Coello, presbítero, portugues, de sesenta i dos
años, recluso en cárceles por sospechas de judaizante, fué
suspendido de órden sacerdotal por el resto de su vida.
Diego
V
asquez de Acuña, tambien portugues i de la
1nisma edad que el anterior, preso por idéntica causa i
por algunas proposiciones heréticas, abjuró
de vehementi
i pagó mil pesos de multa.
Anclres de Estrada Duque de Figueroa, de la Plata, por
blasfemo, salió con mordaza en la lengua i fué desterrado
por diez años.
Fr. Gonzalo Hernandez, de Saña, lego de la lVferced,
por haber dicho misa i confesado sin ser sacerdote, fué
privado de órdenes i enviado a galeras por cinco años.
Francisco de -Valverde, natural de Avila, de sesenta
años, por haberse casado dos veces.
Reprendidos en la sala de audiencia fueron:
El maestro Fr. Diego de Cárcamo, agustino, por propo–
siciones malsonantes; José Freile de Morís, ayudante del
alcaide de las cárceles del Tribunal, por infiel en su oficio;
i
Beatriz de Bohorquez por hechicera i haberse comunica.–
do con algunos presos del Santo Oficio.
, Se suspendieron los procesos de 1fanuel Bel, el capitan
Martín ]}forato, Gonzalo Lopez Aceituno, Tomas Fernan–
dez, Pedro de Guzman, Juan Ramos, Manuel García Ma–
tamoros, Sebastian Delgado, Matias Gonzalez de Paz
i
Rodrigo Dávila., que habian sido prendidos por judai–
zantes.
Despues de haber sido acusados de lo mismo, por. falso