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LA INQUISICION DE LIMA

agora a fecho, que por que cree que estos negocios del

ángel an de ser para bien de la sancta madre yglesia, se

ayuda a llevar el trabajo con buen corazon y protesta que

está aparejado a morir con ayuda de Dios por no negar ,

la misma cosa que la sancta madre yglesia --enseña-yten,

dice muchas veces a estado dubdoso si este ángel era

bueno o malo, y que una vez dijo o dió a entender a un

··,.

frayle de su órden si el dicho niño

Gravielico~

su hijo,

avia de ser .el antexpto, no diciéndole que era su hijo, y

dize otras muchas cosas que le pasaton con este que lla–

Ina su ángel y con las dichas hijas de doña Elvira,

y

con

la dicha doña María

y

con otras personas ....

u

A

viendo visto todos estos negocios

y

confesiones, nos

pareció, continúan los Inquisidores, convenia verlos con el

hordinario

y

consultores~,

para si se avia de prender esta

-·-

doña María Pi9arro y proceder contra otros algunos cul–

pados,

y

para ello se llamó al ar9obispo, el qual se halló

en la consulta,

y

se determinó que se. prendiese esta doña

M.aría Pi9arro, con secresto de bienes, y que se examinase

doña Leonor de Valen9uela, madre deste niño Gravelico,

que dizen a de ser sancto, y doña Beatriz, su hermana,

hijas de la dicha doña Elvira, porque entónces no avia

mas ynform.acion de queste Gravelico era hijo del dicho

fray Francisco, de avello él dicho ....

l!y

confesándolo él

en juizio, y por ser el negocio de la calidad quees y lo

mucho que convenía averiguar esto,

y

que si no declara–

sen la verdad fuesen detenidos en las cárceles-llamóse

primero la dicha _doña Beatriz

y

dixo

y

confesó

1~

verdad;

y

llamada doña Leonor de Valen9u-ela, estubo negativa,

y

por estar convencida por testigos que negava la verdad

de lo que sabia, se detubo en las cárceles. como un mes,

y confesó toda la verdad de ·que era _su hijo, según

estaba convencida por testigos, y luego se mandó sol–

tar libremente .y que el seeretario la bolviese a su casa;

y a dicha doña .María Pi9arro se prendió y secresta–

ron sus lbienes-y presa, en las confesiones que haze,

dize que un dia acabándola de exorci9ar fray Alonso

Gaseo, avia visto dos hombres

vestido~:?

con albas blancas,

el uno tenia un rrétulo en la mano

Y,

el otro una mitra

en la cabe9a

y

traya la cabe9a cortada en las manos, el