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CAPÍTULO V

63

dido en la

~na.nga,

adonde estava esta endemoniada,

y

hasta aora este reo por sus

C<}{'

0

~ones

no se a declarado,

en sí todavía lo cree y tiene

pv,..;

ángel, o si no, aunque

parece por sus confisiones ynclinarse a tenelle por ángel

y

por sanctos. " ....

Con esta declaracion, en

1O

de julio, se puso a Gaseo

una acusacion de setenta i un capítulos; i una vez listos

los testimonios que obraban contra Cruz, fué éste llamado

como testigo en

9

de octubre de ese mismo año, aunque

se hallaba preso hacia ya nueve meses.

Era Fr. Francisco de la Cruz natural de Lopera, en

J

aen, hijo de Pero Garcia Chiquero

i

Marina Sanchez.

Despues de aprender a leer

i

escribir

i

algo de gramática

con un clérigo, a los catorce años, sus padres le habían

enviado

a.

Salamanca, i en seguida a Granada, de donde se

huyó para marcharse a Alcalá. Allí, despues de algunas

locuras de mozo, se entró fraile, dirijiéndose, mas tarde,

a Madrid para llevar en los claustros una vida de recoji–

miento durante cuatro años. Estudió teolojía en Toro i en

Y

alladolid, i en esta ciudad se hallaba cuando el obispo

de Charcas Fr. Domingo de Santo Tomás le invitó a irse

con él al Perú,. Antes de su partida fué a Toledo a orde–

narse de epístola, volvió nuevamente a Valladolid, i una

vez que hubo cantado misa, se dirijió a Sevilla, para em–

barcarse con otros cincuenta frailes que marchaban a Tie–

rrafirme. En Lima le hicieron maestro de novicios

i

poste–

riormente catedrático de teolojía, cargo que habia desem–

peñado sin mas interrupcion que algunas ausencias que

hizo a Charcas i Chucuito a doctrinar indios. El Arzobispo

de Los Reyes le tenia propuesto para su eoadjutor

3 ,

i en la

ciudad,

segun decía Arrieta, pasaba en opinion de

santo.

Desde la primera audiencia, Cruz se manifestó persua–

dido de que no tenia para que ocultar lo que a su juicio

era verdadero,

i

tales i tantas confesiones hizo, que el Fis–

cal, durante el curso de su proceso, presentó en su contra

tres acusaciones sucesivas, solo la primera de las cuales

3.

Carta

del Obispo de Quito, de

15

de abril de

1578.

Archivo de

Indias,

·