.r'
70
LA INQUISICION DE LIMA
do el Santísimo Sacramento,
y
despues los demonios le
acudieron a los piés,
y
allí hablavan por señas. Y en otra
audiencia dixo que ella queria decir la verdad, como hija
obediente
·a
la santa madre Yglesia, y dixo que ella se
ofrecía a los demonios diciendo, 11ofrézconle a todos los
diablos11, y luego se le apareció un demonio que venia
n1uy adere9ado, que decia que era Señor de todo el mun-
· do y que tenia debaxo de su mano a todos los otros, y
que no le descubriese que estava allí, y que la
h~ria
seño–
ra de todo lo que ella
q~isiera;
y que como era mucha–
cha y no avía vístase con hombre, se turbó y le dixo
que se fuesen, que si su madre lo sabia, que la mataría;
y el demonio rrespondió que no tuviese miedo de aquello,
que él pasaría por delante de su madre.y de sus
de~dos
y
no le verian,
y
que así lo haria despues, y que entónces le
pidió que 1e diese el cora.9on y el alma y que para tener
prenda dello y señal le diese una poca de sangre, y que
ella le dió el alma primero, y no le queriendo dar el cora-
9on
y
la sangre, aquel principal le avia puesto un puñal
en los pechos, diciendo que la mataría, y que entónces,
con un alfiler, sacó un poco de sangre del dedo del cora-
9on de la mano izquierda, como él le dixo, y se la dió,
y
la rrazon porque se ofreció al demonio avia sido porque
la avia enviado un pollo; y en ofreciéndose a los demonios,
le aparecieron, como tiene dicho, y le dixeron 11aquí ve–
nimos, pues nos llamas;" y en dándoles la sangre, desa–
parecieron, y que despues vió pasar la vision que tiene
dicho.-Dice largamente los que la exorci9aban, que son
los dichos provincial de los teatinos, Luis Lopez, fray
Pedro de Toro, fray Alonso Gaseo, . fray Francisco de la
Cruz y otros sacerdotes; có1no .se decian missas en su apo–
sento y que dexavan sacramento hasta que se decía la
postrera misa; cómo la llevaron a la yglesia de la casa del
non1bre de Jesus; cómo la tuvieron en la sacristía una
noche, y que la ·exorci<;aban publicamente en el cuerpo de
la yglesia , delante del Santísimo SacraVlento. Dice, ansi–
mismo, cómo se quedavan a dorn1Ír en su aposento
y
en el
estrado delante de su cama, el provincial Portillo y el di–
cho Luis Lopez, y otros frayles se quedavan allá algunas
noches.-Dice, asimismo, toda la ystoria de cómo via el