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LA INQUISICION DE LIMA
que se llamava fulano ele Albarado, que al presente está
en España, y sobre sus alegaciones y diligencias que se
ha.zian con él, segun este testigo entendió, era eG. ra<;on
de cierta diferencia que tuvo con Urquizu, dean de los
Charcas
y
comissario del Sancto Officio, al qual le dixo el
ynquisidor Cerezuela, que Alva:raclo piensa que nos es–
pantamos de Alvarados, mas Alvarados ay por las cavalle–
rizas, y al mismo arcedian·o oyó quexarse de los ynquisi–
dores desta ciudad, por havÁrsele hecho venir de la ciudad
de la Plata a ésta y tenídole preso muchos días, y este
testigo asimismo se quexó del ynquisidor Ulloa, porque
aviendo reñido un mes6<;o eon otro, que no le save el
nombre,
y
quexádose el dicho mesti<;ó ante los alcaldes
de corte de la Real Audiencia, y por falta de un alcalde,
asistiendo en aquella sala este testigo, el dicho ynquisidor
Ulloa pidió la causa, diziendo ser criado suyo el dicho mes–
ti<;o, y este testigo y los alealdes rehusaban de remitirle
la dicha causa, porque no era criado suyo, como en efecto
no lo era, mas que' de algunas vezes que salia a ca<;a el
dicho ynquisidor lTlloa le llevava consigo para el dicho
efecto,
y
este testigo y los dichos alcaldes se persuadían
que esto no bastava para que el dicho mestizo gozase del
privilegio de los familiares, por ynterbalos, y no bivir en
casa del dicho ynquisidor, ni ser mantenido en ella a cos–
ta del dicho ynquisidor, y ser para.negocio tan voluntario
y
su recreacion,
y
a la notificacion que se le hizo a este
testigo por el secretario del Sancto Officio, que cree era
un Tostado, respondió
y
dió razones por donde no devia
go9ar de la dicha ynmunidad, y porque ynsistia el dicho
ynquisidor Ullóa en que se le remitiesse la dicha causa y
proeesso, pidió este testigo que se ·usase de la concordia
que trata de semejantes cassós de competencia entre 1a
justicia Real y el Sancto Officio,
y
porque el dicho ynqui–
sidor Ulloa ynsistió hasta excomulgar a este testigo
y
a
los dicho alcaldes de corte, despues de algunos dias ]e re–
mitieron el preso con su processo; despues de lo qual pre–
guntando este testigo del subcesso
y
castigo del dicho
mesti9o, le dixeron que se avía concertado con la parte
querellante, y le dieron ocho pesos, por lo qual este testi–
go ha dicho algunas vezes,
y
aun_tiene,' que se le embió a