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INQUISICIÓN DE CHILE
habíamos preso porque con enojo había dicho, es–
tando en Mendoza, que el Vicario de allí no había
podido absolver á un excomulgado sin satisfacción
de la parte, ni el Sumo Pontífice lo había podido
hacer, lo que él había dicho con mucho enojo, y
lo era delante de algunas personas; y que otro
día había ido delante de la iglesia, en la puer–
ta, y había dicho en presencia del dicho Vicario
y
de otros españoles, que había sabido lo que se
había dicho) y _habiéndole leído las dichas de–
nunciaciones las reconoció por suyas, en que pa–
rece que había denunciado de haber hecho las
coplas y haber dicho las dichas palabras.
«Iten, dijo que estando en la dicha ciudad pla–
ticando en el convento de Santo Domingo, ha–
blando con un fraile del dicho Orden, el dicho
fraile le había dicho que no se mueYen las hojas
del árbol sin la voluntad de Dios, y que él había di–
cho que Dios no se metía en cosas tan menudas
como eran que las hojas del árbol se meneasen ó
dejasen de menear, porque desde que había criado
el mundo había dado á cada cosa su oficio para
que hiciese su operación conforme á su naturaleza,
y que no se metía en que la hoja del árbol se me–
nease ó dejase de menear.
«Iten, dijo que podrá haber dicho, hace diez ó
doce años, que estando en una docteina del distri–
to de la Serena del reino de Chile, se había ido
á
confesar con él una india que se quería casar
y
antes de confesarla la había solici taclo carnalmen–
te en la iglesia
y
no la había querido confesar.
((Iten, dijo que estando en la ciudad de Chillán,
por comendador do su convento, que es del dicho