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LA INQUISiCIÓN
de españoles que hay en las Islas Filipinas por dis–
tricto de la Audiencia de }¡{éxico, y cercanía del arzo–
bispado, aunque de nuevo la.lglesia que allí había, se
ha erigido en obispado y fundado Audiencia de por sí,.
y no habíamos nombrado
comisat~io
por este Sancto
Oficio por no se nos haber ofrecido persona á propósi–
to, y por parecernos que los negocios de allí 110 tenían
esa necestdad, sino que bastaba la correspondencia
que siempre habemos tenido
é
navíos que cada aiio
van y vienen con los gobernadÓres y comisiones.
particulares que habemos dado á re'ligiosos ele la
orden ele S. Agustín, á cuyo cargo estaba la adminis–
tra.ción ele la doctrina al principio, cuando aquellas.
Islas se descubrieron, hast;a que por
~l
aiio. do mill
y
quinientos y ochenta y tres tuvimos noticia y nos.
constó por testimonios que habiendo ido el aoo antes.
el primer obispo fray Domingo de Salazar, ele la orden
de Sancto Domingo, ele las primeras cosas que hizo fué
fundar·unainquisición con su fiscal y o1ros ministros,.
introduciendo el mesmo modo de proceder que el
Sancto Oficio tíen.e, y hacíendo aucto en for1na,
y
penitenciado personas, algunas de las cuales han ve–
nielo á desagraviarse de la injuria que pretenden
haber recibido; y pareciéndonos tener por nuestro·
oficio obligación de acudir al re111eclio, enviamos
título de comisario
á
fray Francisco Mauriqucr ele la
orden des·. Ag:ustín, prior del COlWento ele la ciudad
ele 1\Ianila de aquellas Islas, á donde reside el gober–
nad'or
y
la iglesia catedral, con instrucción cumplida
para el ejercicio de su comisión. Previniendo 1ales
casos, y más los qüe no dGbía hacer, de manera que
antes se quedase corto que pudiese
pe~ar
con clema-