EN LAS ISLAS FILIPINAS •
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siada diligencia, porque nuestra principal intención
fué conservar naestraj.urisdición,
y
aún quePer es–
torbar los daños que los vasallos de S. M. suelen
·.recibir de los ordinarios, haciendo casos de inquisi–
>Ción los que no lo son, como tenemos experiencia por
los papeles que al priL1cipio recogimGs de todo el
districto;
y
procede el Obispo de las Filipinas con tanto
e~ceso
que habremos de proceder con remedio más ·
peremptorio, enviando carta revocatoria de sns eclic–
to.s
y
censuras, porque habíéndole escripto juntamente
Ja carta cuya copia será con ésta, respondió la que
juntamente va,
y
por otras habemos entendido que
,en público sermón
y
en otras partes ha amonestado
al pueblo que no les e3tá bien tener comisario de la
Inquisicióu,
y
que así no le deben .recibir,
y
prosi~
gue en sus prisiones
y
er't publicar auetos que pien–
sahacerpor el SanctoOfieio, eon tantaresolu¡eión, que
no caben en carta para V. S .. las palabras que de
allá nos esc_t"iben de su demasiada libertad, con la·
.c,ual nos han avisado también que ha escripto
á
Su
Majestad, fundando su jurisdicción
y
multiplicando
inconvenientes de la nuestra, que serán todos los que
habrá querido imaginar, sin haber sucedido alguno;
y
porque escribe que ha procedido con parecer que
tomó del arzobispo deMéxico, cuando pasó por aquí,
-se lo habemos co\nunicado,
y
'entendido clél, no sólo
lo contrario, mas que aún tenemos obligación ele escri–
birlo
á
V.
'S.,
y
aún
á
Su Majestad, para que el Obispo,
por sus p·articulares respectos, no infame la
jurisclic~
cióndel Sancto Oficio, que ha procedido de manera que
los vecinos la situarían por verse libres de las
veja~
óones
y
molestias que con este título reciben de los