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LA INQUISICIÓN
ante los dichos señores Inquisidores apostólicos en
la dicha ciudad de los Reyes, á cuyo tribunal, en
cumplimiento de lo proveído
é
mandado por los di–
chos sel'íores Inquisidores apostóbcos en los recau–
dos y papeles que del dicho Sancto Oficio tenemos
en nuestro poder, remitimos, ansi vuestra persona
como de nuevo los dichos peocesos, para en aquel
Sancto Tribunal se lleven á debida ejecución las di–
chas vuestras causas, cometidas, ansí en deshonor
de la santa IglesiaCatólica como en detrimento de la
autoridad, poder y jurisdicción del dicho Sancto Ofi–
cio de la Inquisición, en cuya defensa y amparo Nos
interponemos nuestro brazo
y
autoridad apostólica:
lo cual ansí haced
y
cumplid, so pena de excomu–
nión mayor
latce sentencice una pro trina monitio–
ne premissa ipso Jacto incarrenda
y de mill pesos
aplicados por partes iguales para la fábrica desta
sancta iglesia catedral y nuestra cámara pontifical;
y de que no lo haciendo dentro de los dichos tres
dias, os declararemos por público excomulgado,
anatematizado, maldito de Dios
y
de-la sancta Igle–
sia Católica de Roma, y os pTenderemos como á
hombre sospechoso en la fee, y á vuestra costa os
enviaremos preso y á buen rec;audo al dicho Sancto
Tribunal, y en esta dicha proyincia no podáis entrar
en man"era alguna, sin expresa licencia de aquel
Sancto Tribunal, so la dicha pena.-Fecho en la
ciudad de Santiago del Estero, .en veinte y nueve
días del mes de Agosto ele mill
é
quinientos y ochen–
ta
y
dos
aüos.-.Fr.Episcopus Tucuman.-Por
man–
dado de S. S.
Ilma.-Joán Fernández,
notario apos–
tólico.-Concuerda con su
original.-Melchor Pérez
de Maridueíia.