ADVERTENCIA
IX
lonial-tan abundante bajo todos aspectos·-no se
encuentre ni el más leve rastro do la secuela de los
juicios de los Tribunales ele la Inquisición, pues,
cuando mucho, suele verse alguna que otra pieza res–
pecto á usurpaciones de atribuciones cometidas por
los jueces
ó
sus comisarios. ·
Con estos antecedentes no tiene nada de raro que
aún á los más diligentes investigadores se hayan
escapado hasta los hechos culrr:ünantes de la his–
toria inquisitorial. .Los libros mismos que se pnhli–
caron de tarde en tardo dando cuenta de los autos
de fe llegaron
á-
l1acerse de extremada rareza, y los
historiadores generales no ·habiendo descubierto los
materiales necesarios, se vieron precisados á guar–
dar silencio sobre tan notables particulares.
Esos materiales existían, sin embargo, soterra–
dos en un oscuro aposento-el Cubo ele la Inquisi–
ción-del monumental archivo de España estable–
ciclo en el castillo de Simancas; y con ellos
á
la
vista hemos de proceder
á
relacionar las causas ele
fe que tu vieron origen en las Provincias del Río
de la Plata; siendo de prevenir que algunas de esas
causa. las hemos dado á conocer en nuestra
Inqui–
sición en Chile,
ya porque á su territorio pcrtenecia
entonces pa.rte de la Argentina, 6 ya porque algu–
nos reos ele fe nacidos en esa región ele la América
se establecieron ele esto lado de los Ancles y fueron
por tal motivo enjuiciados on Santiago.