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LA
INQUISICIÓN
ley no era venido
y
que había el e ·venir
y
le espe–
raban para que los sacase del cauti\'Orio en qno de–
cían que estaban, y los llevase á la 1j crra do promi–
s ión;
ó
s i alguna muj er guardase cuaronla días
después de parida sin entrar en el temp lo, por ce–
remonia de la ley el e
~,1oi sés ;
ó
s i cuando nacen las–
criaturas las circuncidasen
ó
pusiesen nombres de
judíos, ll amándolos así, ó si los hiciesen
rae 1~
la
crisma
ó
lavarlos después el e bau Lizados, donde les
ponen el óleo y crisma,
ó
á la septena noche dol na–
cimiento de la criatura, poniendo un basín con agua"
echando en él oro, plata, aljófar, tri go, cebada
y
otras cosas, lavando la dicha criatura en la dicha
agua, diciendo ciertas palabras;
ó
hnlJi ese hecho ba–
das á sus hijos;
ó
si algunos están casarlos
á
modo
judaico;
ó
si hiciesen el ruay,á, que es cuanclo algu–
na persona parte camino; ó s i trajesen nóminas ju–
daica-;; ó si al tiempo que amasen sacasen la hala de
la masa y la echasen á quemar por saériflcios;
ó
s í
cuando está algu na perso na en el artículo ele
la
muerte, le volviesen á la p::1red á morir, y, muorla, le
lavasen con agua caliente, rn pando la barba y deba=–
jo de los brazos
y
otras p:::trtes del cuerpo, y amo r–
tajánclolos -con lienzo nuevo, calzones · y camisa
y
capa plegada por cima, poniéndolos á la cabeza
una almohada con tierra virgen:
ó
en la boca mo–
neda d e aljófar
ú
otra cosa,
ó
los endechasen·
ó
derramasen el agua de los cántaros y tinajas on las
casas del difLmto y en las otras del barrio, por cere–
mon ia judaica) corniondo en el s uelo, tras las puer–
tas, pesca<;lo, aceitunas y no carne, con duelo del
difunto, no saliendo de casa por un aiío, por obsor- '