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I~Q"CISICIÓ:.l
quitand o las ceremonia de la rehgión, ó que hayan
dicho que no ordenó ni ins tituyó Dios 1as religiones,
y
que mejor
y
más perfecto es tado es el ele los Cctsa–
cl o qu e el ele la r eligión, n i el de los clérigos n i
frai les,
y
que no hay fi estas más de los dom in–
gos,
y
que no e:; pecado comer carne en· Yiernes,
ni en cuate. ·mas ni en Yigilias, porque no hay
nin gú n dia prohibido para ello; ó que hayan teni–
do ó creído alguna ó algunas otras opiniones del
dicho
~lart in
Lutero
y
sus secuaces, ó se hayan ido
fu era destos reinos á ser lu teranos .
«SECTA DE
LOS ALU;'.lBH.\.DOS .-Ü si sabéis
Ó
habéis
oído decir que alguna ó a lgunas personas, Yivas
ó difuntas, hayan di cho ó aflrmado que es buena la
ecta ele los alumbrados ó dejados, especialmente
que la oración mental está en precepto diYino
y
que
con ella se cnm ple todo lo demás,
y
que la oración
e
~acramen t o
debajo ele accidente ,
y
qu e la ora–
ción mental es la que tiene este Yalor,
y
que la ora–
ción Yocal importa muy poco,
y
que los sier'>O. de
Dio no han ele trabajar ni ocuparse en ejercicios cor–
poraie~ ;
y
que no
e ha de obedecer al prelado, n i
padre, ni superior en cuanto mandaren cosa quo es–
torbe la oración mental
y
contemplación;
y
que di–
cen palabra.· sintiendo mal del sacramento del ma–
trimonio;
y
que nadie puede alcanzar el
ecrcto de
Ja Yirtud sinó fuere di ·cipulo de los mae tras qnc cn-
enan la dicha mala doctrina,
y
que nadie se puede
RalYar . in
la
oración que hacen
y
cnsci1an los
el
ichos
mae tro._ ,
y
no ·e confc ando con ell os generalmen–
te,
y
que cierto. ardorc ·, temblores y desmayo· qne
padecen on indicio del amor de Dio_,
y
que por