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LA
I~QUISICIÓN
juramentos;
ó
que h ayan ayunado el ayuno del Ro–
maclán, guardando s u pascua, dando en ella limos–
na á los pobres, no com iendo ni bebiendo en todo el
d ia hasta la noche, salid a la estrella, comiendo car–
ne
ó
lo que quieren;
ó
que hayan hecho el Zahor,
levantándose á las n1al1anas antes que amanezca
á
comer, y después de haber comido, laYarse la boca
y
tornarse á la cama;
ó
que hayan hecho el Gu:tdoc
laYánclose los brazos de las manos
á
los codos, ca–
ra, boca, narices, oídos y piernas y par'Les vergon–
zosas;
ó
que hayan hecho después clZalá, volviendo
la cai'a haeia. el Alqui bla, poniéndose sobre una es–
tera ó poyal, alzando
y
bajando la cabeza, diciendo
ciertas palabras en a rábigo, r ezando la oración del
anclaluley y colhuá
y
la guahar
y
otras oraciones
ele moros; y que no coman tocino ni beban vino por
guarda
y
observancia ele la secta de los moros; ó que
hayan guardado la pascua -del carnero, habiéndole
muerto} haciendo primero el g uadoc; ó si algunos
se hayan casado seg(¡ n rito
y
costumb re de moros,
y
que hayan cantado cantares de moros, ó hecho
zambras ó leilas con in strumentos prohibidos;
ó
s i
hubiese algu no guard ado los cinco mandarnientos
el e Mahoma, ó que haya puesto á si ó á sus hijos
ó
á otras personas, hanzas, que es un a mano, en re–
membranza de los cinco mandamientos; ó que hayan.
laYado los difuntos amortajá nclolos con lienzo nue–
vo, enterrándolos en tierra virgen, en sepu lturas
hueca'3, poniéndolos ele lado con
L.mapi edra á la ca–
becera, poniendo en la sepultura ramos verdes, miel,
leche
y
otros manjares;
ó
que hayan llamado ó in–
vocado á Mahoma en s us necesidades, diciendo que