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LA INQUISICIÓN
renegado de la fe en Argel, por lo cual fué absuelto
ad
cautelam.
En 1702 fué procesada doila María Ortiz Nieto,
mujer rica, natural
y
vecina de lVIompox, acusada de
proposiciones heréticas, esc-andalosas y blasfemas,
que la hacían hereje formal.
En 1703 se denunció á sí mismo de calvinista, en
Puertobelo, el cirujano inglés Jorge Ingall,
y
por
idéntica causa, ante un cura del interior, Pedro Cor–
nelio, igualmente cirujano, natural de París.
En 15 de agosto ele 1704, en un autillo que se ce-–
lebró en Santo Domingo, salió por dos veces casa–
da María Romero .
En 1705 se procesó á Francisco Ford, natural de
Londres, denunciado en Nueva Valencia de hereje
apóstata, r¡ue falleció antes de ver terminada su cau–
sa,
y
á los holandeses Jacobo Jansen
y
Tomás
Bil,
ambos marineros.
En 170G Pedro de Berberaguas se C\enunció por
blasfemo;
y
en 1707 Diego de Reno, oriundo de Ja–
·maica, marinero, por hereje.
En un auto de fe celebrado en Santo Domingo el
24 de febrero de ese último año, Francisco de Cha–
varría, cabo de escuadra, abjuró por hereje;
y
en
otro verificado en la misma iglesia el18 de marzo de
1708, salieron Juana de Escobar, por blasfema, y
Manuel José Remundín, sevillano, de edad de 18
años, que hubo de abjurar ciertas proposiciones.
Domingo Alberto, irlandés, cirujano, vagabundo,
fué procesado por proposiciones en Popayán
y
sa–
lió absuelto;
-y
se suspendió igualmente la causa de
Nicolás Serrano, acusado de bigamia .