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LA
INQUISICIÓ~
Presentóse Yoluntariamonte ante el Tribuna], di–
ciendo que había estudiado en Salamanca cuando
era muy nil!o, y aprendido en Meclina del Campo la
quiroman cia éon un licenciado que la leía por un li–
bro de molde,
y
que, en efecto, halJja prono. ticado
algunas cosas por las rayas ele la mano . Preso en
forma , fué condenado
á
abjurar
ele levi
en la. ala de
audiencia, y en cierta penitencias c. piritualcs.
1
P or delito semejante fuó a imismo proces:1clo un
clérigo extrcmcflo, llamado \ntonio de EchaYarría,
por haber dicho que el comisario del Santo Oficio
qu e residía en Popayán, que ccYo!aba
á
tal que le da–
ría mil palos
y
le cruzaría la. cara,
y
otras palabras
desacatadas,»
y
teniéndole pro o, allá por el arw ele
1581, se le mandó parecer ante el • an1o Oficio en
rl
término de cien días .
El citado comisario Gonzalo de Torre , habiendo
tenido de pués not1cia que el clérigo hab1a dicho
y
hecho algunas cosas que parecian contra la fe, le–
vantó una num·a información y la remitió al Tri–
bunal.
Ante el comisario de Cart8gena
e denunció al
barbero Pranci co Diaz de haber dicho que 1encr ac–
ce~o
con una mujer era simple pccmlo Yeniat. Por
orden del Tribu na1, en Febrero de 1583 . e le Jleyó
preso
á
Lima . Por igual delito y en la mi._ma fecha,
fué mandado prender en Tierraflrme, Juan ele 1\Ion–
tenegro
y
ambos sal ieron en el auto ele fe ele 30 de
Novi embre de 1587, en forma de
penitente ~ ,
abjura–
ron
de levi,
fueron desterrados de Lima por dos aüos
1.
R elaciones de causas,
t.
I, hoja 58 r.