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Fué la sierva de Dios, acompañada de la dicha Seño-,.
ra su cuñada, por no haber
te~ido
nu·nca
con~cimiento
eón el dicho .Serrano: luego que la vi6 y salud6, le
diC.
j6,. que venia á un negocio que pedía secreto, quien le
oy6.c'on mucho gusto su peticion y ruego; y le concedi6 -
toda la dicha peticion, y saco
la
cará á solicitar las li–
c~nci'as,
como si de su motu propio fuera él á . hacer el
dicho
colegi~.
.
r
La sietva de Dios secretamente errípez6
á
t!olici~ar
li–
mosnas para la fábrica del dicho colegio, sin
q~'e ·'ld
su- '
p!íese
Alonso Quintanilla; y
permitía~
uestro Seño'r que ·'
n.o la
conociese.ttmuchas de las personas que .
~le
·da"ban '
lilmos
na, y hastade noche solía pedirla: y muchas veces(
r
le sucedi6·c_argar sobre sus hombros·tablá.l, 'que le daban
de limosna para su fábrica;
j
conseguidas las licencias
por mano de dicho Serrano, la empez6, y di6 fin á di-
cha obla.
í}
·
N
o' pudo .ser esto tan secreto que dejase de llegar á
noticia de Alonso Quintanilla, quien le dijo un dia: An–
tonia, yo haré voto de entrarme religioso en los Descal–
zos deSan Francisco, y tú prosigue en tu Beaterio,
que.tedoy licencia ' para que te
~istas
la .túnica. Per-J
mitiriaNuestro ,~eñor
este buen deseo, para darle el"
premio al dicho Quintanilla; pues
á
poco tiempo le di6
un
accide~te
tan violento y repentino, que en breve
tiempo
pas~
á la eternidad, y el luto que ·visti6 por su
muerte la sierva
d~
Dios fué la sagrada ·túnica. Tiéne–
se por cierto, se conserv6 vírgen en el estado de ma–
tr·imonio: .nosotras por tal la tuvimos,
y
asi la enterra–
mos con palma
y
.corona,
co~o
se dii·á despues.
.
,,CAPITULO
III.
EN QUJ): PROSIGUEN SUS TRABAJOS, Y MUERTE DE SU
MADRE.
1
.
Despues de la muerte de Alonso Quintanilla se reti–
. ró
á
su Beaterio, en el cual habia
ya
recibido á su ma-
.
3
.
,
..¡