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;moedia;
y
asi se disc'urre, que estos respetos que el di–
~ho_
Alonso le tenia, procedieron de ha;berl.e oid.o entre
·l5uefios algo de los favores que Nuestro Sefior · le hacia.
Algun tiempo prosiguieron en este género ·de vida,
y
uespues fué Nuestro Señor servido de que se trocase et
tiempo,
y
pasase
muc~os ·
trabajos con el dicho Alonso,
·{j_uien
á
cuantos viages se le ofrecían la llevaba cónsi–
~o,
fuese por mar ó por tierra;
y
asi solía decir la sier–
va de Dios, que ·
á
siete Provincias distintas la había lle–
vado
COI:lr
m~chas
Íncomodicla.des
y .
necesidades, tanto'
q·ue para sustentarse le faltaba: por último quiso Nues–
t ro Señor, que la volviese
á
traet al pullto del Callao,
donde viv-ia su madre.
·
.
"CAPITULO
II.
~
•
.
e
·
D~·
LOS MUCHOS TRABAJOS
~UE
PADECIÓ
EN EL
PRINC1PIO
:qEL PRIMER BEATERtO.
A
~~e~ tie~p~·
_de
h~ber lle~ad'O a~
puerto del Callao, ·
·~C~cogw
pór
conf~sor
al Padre 1\.ntomo de ·Césp,edes de la ·
eotilpañia de
J~sus,
quien residía en 'dicho puérto. A
·:éste·
díó cuenta de su
vi~a,
y
de todo
~
que Nuestro
Señor le comuriicába. Tenia este dicho Padr-e otra hija
~piritual,
que era hermana de. la muger clel capitan D.
Francisco Serrano, la cual le habia oído decir en·varia·s
ócasiones a1 dicho su cufiado, qu.e de buena gana diera·
un solar que allí tenia·para ·que se hiciese un Beaterio
de Santa Rosa de Santa :Maria. Con esta noticia
que dicho Padr.e tuvo, le mandó
á
la sierva de 'Dios,
que fuese d·onde el dicho capitan Francisco Serrano,
y
1e dijese secretamente los deseos •que Nuestro Señor le
daba' de que se fundase un colegio de ' Naz,arenas, pa–
l·a lo cual le pidiese aquel sitio;
y
que p
or hallarse la
s ierva de Dios al propio tiempo casada, no
pod.ia·sacar la
-cara·á hacer dichas diligencias
nec~sArias,
para sa–
ear licencia's de los superiores para hacer dicho cole–
gio.