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á
las finezas de nuestro benignísimo
J
esus. N
Q
libró
en agenas manos el'gobierno
y
direccion de esta su nue-–
va
f~miliá;
parece que quiso renovar en
- ~ste p~que~o
pueblo de Vírgenes Nazarenas, la amorosa
provJdenci~
de
1
que se valió en el tiempo de J\1oisés ·para fundar el
nuevo c·ulto de religion,
y
quiso observase el puebl0 He–
breo, escogido -entre todas las naciones, paTa emplear
en ·él te>do el
cau~al
de su amor,
y
todo el tesoro
·de~
sus
maravillas
y
portentos. Dióle á este escogido
p~ehlo
para regla de su conducta las tablas de la Ley que de-
'Q)a
~bs_~rv~r, ~~~rj,t~s d~ lF~H~~
Ift\lt1Q,
y.- ,fpr,Dfa.d~. ~ d<ihS}l
dedo, cómo expresa la Escntura; y el
m~smo
estilo
a
guardado con nosotras nuestro legislador
a~oroso.
Mi-
.rat.e en este espi,io, le habló el Espíritu
div~o
á
nue~tra Venerable lWadre Antonia en el prodigioso rapto
que se refiere en el capítulo 24 d.e esta historia, y le
presentó á los ojos de su alma en las manos del tGantG
· Espíritu una lámina de· oro, en que se leían grabadas
estas misteriosa.s cláusulas;
La regla del Cárm,en, ceñi–
da al Instit,uto Nazareno,
v~da
apostólica, sigue
'lrf't'
'
E.vq,ngelio en ella .
Y le añadió de palabra
.e~
\)rácu1o
divino esta soberana,locucion, dirigida á la. mente está–
tiya
~d~
su sierva;
Para venideros tiempos fe muestr(}
ahora esta tabla, pm·a que se diga que
fu~
dada
y
diri-
gida del Espíritu Santo.
. · .
. Con todas. nosotras habla este Oráculo divino: en
nuestras manos· entrega· esta tabla misteriosa de su
pro–
pio dedo escrita, como la otra de Moisés, siendo su au–
tor el Es.píritu divino, que tiene por atributo llamarse
el dedo de :Pio,s. El quiere le reconozcan sus privile–
giadas N,'azarenas por su legislador y.maestro;
y
siendQ
asi
¿
qu~darán
fríos nuestros pechos; no'
ard~rán
en el
amor del,, rnaestro que nos enseña, como ardían los co–
razones de los discípulos que caminaban á Emaus, cuan–
do les habló su maestro, aun siendo desconocido ha–
hlá,~doles· dis~r~zado
en trage de un Peregrino? '¡Que
lecClones tan utiles nos ha dado para hacernos fervoro–
sas y aprovechadas en la escuela de la perfecciqn cris-