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finas~
y fervorosa$ discípulas del Divino Maestro · Naza
1
·reno.
.
· Y á la verdad,' ¿cómo pod11émos las Nazarenas des
1
·mayar en el.fe1:vpr que inspira _en nuestros espíritus la
memoria de los divinos beneficios,
á
favor de nuestra ·
fundaciori é Instituto, suscitando en ..la Venerable Ma
1
dre Antonia 'un espíritu adornado de t9das las virtudes, .
superior
á
las adversidades, constante e11 sus heroicas .
empresás, enriquecido de dones celesti.ales, favo:r:ecido
de ilustraiciones divinas, á fin de darnos en su condúcta
un modelo pata dirigir nuestras acciones, una guia que
encaminase
a~cielo
nuestrqs
paso~,
un testigo que nos
diese testimonio ·de la voluntad dívina .y del nuevo plan
de vida que había trazado en .sU" sob'e.r
1
a mente la· eter
1
·na
sabid~rí"a,
para formar en las dichosas almas que
abrazasen este soberano Ins.tituto, tantas imágenes vi
1
vas 3el
N~zareno
J
esus, tantas _plantas · florecientes del
campo del nuevo Nl1Zaret, cuantas lograsen la suerte
afortun:;tda de su vocacion
á
vestir la sagrada túnica con
que ele su propia
ma.novistió á nuestl:a dichosa Madre
el Divino Nazareno, como ella misma refiere
en
el ca
1
pítulo 4 de esta historia? ·
Oh! qüe d'cha la _nuestra, hijas mías, que favor tan
· señ'alado¡ vestirnos de su propiamano el celestial' esposo,
el mismo trage que llev"Ó sobre su cuerpo en· esta vida
. mortal para distinguirnos del r-este de su. pueblo, como
á
esposas escogidas de su divina predileecion! ¡Cómo
podemos exclamar con la Vírgen Santa Inés; cubiertas
de gozo y gratitud, el Señor nos ha vestido ele una · ri
1
quísima ·gala, nos ha honrado como
á
esposas, poniéndo
1
nos su corona, ha adornado nuestros cuellos con una
gargantill~
de<)inestimable va.loi·, rodeando nuestras gar
1
gantas con esta soga bendita que nos sirte de divisa, y
debe hacernos r·ecuerdo que es nuestro divino a.mante;
á
quien debemos ligarnos con los lazos estrechos de su
amor!
·
Ni este solo es el motivo .que nos propone esta histo
1
ri_a, ,para empeñar nuestras aimas en la correspondencia
..
,.