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9C

1!ús n1isiones,

v le daban indios armados, escriLiun

á

Lima

á

otros ellos mis1nos,

que con igual empeño agita–

bau una causa

suya,

y

sacaban despachos

á

favor de

Reyes,

y

reconvenciones

á

la audiencia de Charcas,

tan digna, tan concienzuda. Vean los lectores

nuevo~

rasgos que descubren 1nas

y

mas á los jesuitas.

·

116, Por la pris1on de Reyes fué "non1brado gober–

nador

D.

Baltasar Garcia Ros, el n1ayor de los parcia–

les de Reyes. Reunióse al caso el ayuntamiento en ca–

bildo abierto,

á

que concurrieron el juez eclesiastico

-v

los prelados reglllares,

sin

asistencia del protector

fiscal.

'l'odos los vecinos y cabos n1i1itares que se ha–

llaron reunidos, fueron de parecer, que no era conve–

niente que Reyes

ú

otro parcial suyo gobernase aque–

lla provincia, pues con ello se esponia á su total ruina::

que se suplicase rendidamente al señor ·virey nombra–

-se persona independiente, que la n1antuviera en paz

ú

quietud. Garcia Ros hizo armas

y

vino con ejército

é

invadir la provincia del Paraguay. El señor Ante–

quera practicó diligencias de una, parte para impedir

la

guerra, y de la otra para que viuiese

á

la ciudad

el

señor obispo

D. Fr.

José de Palos, á lo

cual

se negó

éste, hasta ver el éxito del nwvi1niento,

y

envió

á

D.

Baltasar las mu·tas de los prelados en que le rogaban.

viniese.

J

uutáronse los cabos militares

Y

den1as veci–

nos en la casa del señor Anteq

u

era; le ;epresentaron

la

resolucion en que se hallaban de defender su patria,

su rey, sus n1ujeres é hijos de la guerra con que los

an1enazaban D. Baltasar

y

los padres de la compañia.

Y

como los de ]a re

un

ion quisiesen pasar al colegio de

la cornpañia, temeroso el gobernador trató de contew

ner]os con rnegos.),

117. "Súpose despues que se hallaba en Tehiqnari

€1

ejército de Garcia

Ros,

conducido por los p:.t,dt·es je–

suitas Policarpo Dufo y Antonio de Rivera,

y

que ve-'·

nia saqueando

y

~nnenazando.

Con este motivo se rene.

nieron de nuevo los señores del cabildo,

y

haciendo

ernnneracion de las razones que tenían para quejarse

de loa padres jesuitas desde tietnpos anteriores, acor–

daron qne "luego al punto se aprestasen armas

y

sa–

)} liesen los 1nilitares en union

~

fuerzas

á

encontrar

,, á

las

de

D.

Baltasar,

y

se

sirviese concu1·rir el

gober~

)) na.dor

pHra

dar las órdenes

necesarias_:

y

que asi pro-