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luntad. Y guárdense los frailes y sus
ministros, que no sean solícitos de sus
cosas temporales, porque libremente ha–
gan de sus cosas lo que el Señor les ins–
pirare. Mas si le fuere pedido consejo,
los ministros tengan licencia de enviar–
los á algunos que teman á Dios, con con–
sejo de los cuales sus bienes sean dados
á
los pobres. Después otórguenles los
paños de la aprobación; conyiene á sa–
ber, dos túnicas sin capilla, y cuerda, y
paños menores, y caparón hasta la cin–
ta: salvo si á los mismos ministros otra
cosa, según Dios, alguna vez pareciere
que conviene. Y acabado el año de la
aprobación, sean recibidos á la obedien–
cia, prometiendo guardar siempre esta
vida y regla. Y en ninguna manera les
convendrá salir fuera de esta religión,
según el mandamiento del señor Papa,
porque ning·uno que pone mano al ara–
do y mira atrás, es conveniente al reino
de Dios. Y aquellos que ya prometieron
obediencia, hayan una túnica con capi–
lla y otra sin capilla, los que la quisieren
haber; y los que por necesidad son cons–
treñidos, pueden traer calzado. Y todos
los frailes sean vestidos de vestiduras
viles, y puedánlas remendar de sacos y
de otras piezas, con la bendición de
Dios: á los cuales amonesto y exhorto,
que no desprecien ni juzguen á los hom–
bres que vieren vestidos de vestiduras