-ti-
cristo, viviendo en obediencia, sin pro–
pio
y
en castidad. Fr. Francisco prome–
te obediencia
y
reverencia al ,señor pa–
pa Honorio,
y á
sus sucesores que ca–
nónicamente entraren,
y
á
la iglesia ro–
mana. Y los otros frailes sean obliga–
dos á obedecer á Fr. Francisco
y
á sus
sucesores.
CAPÍTULO II
DE AQUELLOS QUE QUIEREN TOMAR ESTA
VIDA, Y·EN QUÉ MANERA DEBEN SER
RECIBIDOS
Si algunos quisieren tomar esta vida
y
vinieren
á
nuestros frailes, envíenlos
á sus ministros provinciales, á los cua–
les solamente,
y
no
á
otros, sea otorga–
da licencia para recibir frailes. Mas los
ministros con diligencia los examinen de
la Fe Católica
y
de los eclesiásticos Sa–
cramentos;
y
si todas estas cosas creye–
ren
y
las quisieren fielmente confesar
y
hasta el fin firmemente guardar,
y
no
tienen mujeres, ó si las tienen ya entra–
ron las mujeres en el Monasterio, ó ellas
les hayan dado licencia con autoridad
del Obispo, hecho ya voto de continen–
cia, y las mujeres sean de tal edad, que
de ellas no pueda nacer sospecha, dígan–
les la palabra del Santo Evangelio, que
vayan y vendan todas sus cosas,
y
pro–
curen darles á los pobres; lo cual si no
pudieren hacer, bástales la buena vo-