·nusJoneros por todo el mundo para que la fe se conserTe
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estienda, dice entre otras estas memorables palabras.
• Parece sin embargo que piden nuestra particular aten-
• cion
y
solicitud aquellas regiones que estan encomen–
• dadas
á
los frayles menores de san Francisco de
la
•· custodia de Tierra Santa, cuyo encargo
a
la verdad
., es muy grande
y
dilatado. Primeramente los Santuarios
• de la Palestina que Cristo senor nuestro condecoró con
,. su presencia
.Y
pasion fueron entregados
á
los mismos
lt
para conservarlos y darles el debido culto; a su car–
,. go esta tambien el cuydado de los fieles catolicos de rito
.. latino
y
algunas veces de
los orientales; los mismos
• por fin deben trabajar con toda solicitud para que los
• cismaticos, hereges, e infieles, conozcan el camino
• de la verdad
y
entre~
en el unico redil de Jesucristo
,.
la Yglesia catolica. " He aqui probado brevemen–
te lo que arriba se dijo: veamos ahora si los frayles me–
nores de Tierra Santa cumplen
con las obligaciones
marcadas por Gregorio XVI.
Los frayles menores han conservado
y
conservan los
1
·
Stos Lugares con tanto cuydado
y
celo que no los han
intimidado ni los trabajos, ni las persecuciones, ni la misma
muerte. En prueva de esta verdad esta Santa Custodia cuen-
1
ta
varios mar tires. que murieron por la fe y conservacion
ae
los Santos lugares,
y
otros muchos, que, aunque no
murieron, sufrieron carceles, palos , todo genero de ma-
los tratamientos
é
insultos por el mismo fin. Citaremos
oqn solo caso de los muchos que se pudieran citar. Cuando
la
fuerza brutal de los turcos arrojó
á
nuestros Relig·iosos
del Convento del Santo Monte Sion, la comunidad estu-
bo por espasio de
do~e
años en una gruta fuera de Je-
. &"Usalen, padaciendo no solo los trabajos
y
privaciones que
·•e
deja·n
conoc·er, sino los golpes, insultos
y
amenaza.s