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...
a-
eension de Jesucristo alos cielos.
De aqui nace que síempre huvo cristianos en la Pa..
lestina
y
en la misma
J
erusalen. Sí;
á
pesar de tanta•
persecuciones, desastres
y
ruinas como ha sufrido esta
santa Ciudad siempre huvo en ella verdaderos adoradores
de Dios
y
en todos los siglos la visitaron numerosos
peregrinos. Se pudiera probar esta proposicion con mu–
chos e incontestables testimonios, pero consultando á la
brevedad nos contentaremos con citar alg·unos
pasage~
que desde luego hacen conocer la verdad de la asercion.
S. Pedro príncipe de los Apostoles en dos sermones
convirtió ocho mil personas en
J
erusalen (
1.) :
he aquí
uná numerosa cristiandad. Santiago el menor, fué nombra–
do primer obispo de la santa ciudad , tubo por sucesor
á Simeon,
y
en seguida se encuentra una serie de tre–
ce obispos de raza judía, ocupando la silla de la S.
Ciudad desde el imperio de Tiberio hasta el de Adria–
no. He á qui los nombres de estos obispos: Justo,
Za-
que6, 'fobias, Benjamín, Juan, Matias, Felipe, Sene–
ca, Justo 11, Leví, Efre, Jose
y
Judas {2 ). El Empe–
rador Adriano persiguió
y
dispersó á los cristianos de
· Jerusalen, pero lueg·o que la Yglesia de raza Judía fue
dispersada, principió la Yglesia de raza g·entilica en la
S. Ciudad, esto· es, de Gentiles co·nvertidos al cristinis–
mo. Su primer obispo fue Marco,
y
el mismo historiador
Eusebio nos da la lista de sus sucesores, hasta el tiempo
de Diocleciano: estos fueron, Casiano, Publio, 1\'laximo,
Julian, Cayo, Simaco, Cayo
li,
Julian
11,
Capiton,
Valente, Doliquien, Narciso, Dion, Germanion , Cordio,
Alexandro, Mazaban, l\'limeneo, Zabdas
y
Hermon (3) •
(l.)
Act. Apost.
cap.
2. et 4.
(2.)
Euseb. Hist. eccl. lib.
a.
cap. 35. et lib. 4. cap. 5,
(3.)
Hist.
eccl lib. 3-.
e.
1.2.
lih~G. ~.,
to.
et
11.
lib.
7.
e..
5.tl.
~tt8.