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HISTORIA. ECLESIÁSTI-OA.
ap(!)fogía
á
Ma.rco-Aurelio
recha,zando
la.s
cal~1mnias
de
los
paganos
y
demostrando •
el
dogma
de la resurrección;
y
San
Clemen–
w
Ale.jaudrino, dotado de uua ciencia
pro–
funda
y ·cl.e
grar.ndes virtndes,
escribió
obraR
mny notables
pa.¡ra
convencer, instrftir
y
atrae1•
á
los paganos al seno del Cris tianis–
mo. Minucio-Féliz, nattH'al de
Áfric~
y
a.l>og·a40 romano, e scribió en tiempo de
l\farco-AureJio el
Oatavio
libr o
en
el
qne,
en
forma
de
dialógo,
prssenta
todas las
ob–
jecioues
qne
se
hacian al Cristianismo
y _
las
refnta victor.iosamente.
Más h'ábil
y
~locuente
que to.dos sus
antecesores
es el
gran
~er
uliano
q~1e, ~m
sns
do,s Jibros
ti·
tnlados
á
i
1le,~,,
y
sol)re olilo
en
su
célebre
Apo7-oY,
wo,
eimás beU
monamen·
to ·de la R ·
· a elocuenciaor1sti
a.rn:i,, des–
t1myó
la
/(f.a
tttlHl
·a.s
y
obj cione
de
los pa–
ganos
y
demo-str
la
sul;>limida,d
de la reli–
gíón
y
la
inocencia de los Cristianos. Tan
mota.ble como
Tertulia.noes el célebre Orí–
gene8,
hijo del
mártir San
L~onidas,
á
quien
acompañó
hasta el
snplicio
en la per–
secusión de Severo,
y
el discípulo m1ts ilas–
tre de San Clemente Alejan.drino. Er.i tre
sus
numerosos
e~critos
son los niás imper–
taotes
sus
oclrn libros contr a
Oe lso, la
a~o
logía
más completa del
Cristiani~mo
que
se !Ja
escrito
en la
anti~üedad.
Orígenes
no solo
r~fntó
en
esta
ohra
cnantos
cargos
se 1rn bfa n hecho al
Cristiaui ~ mo
y
destn1-
yó
cmanto se hab1a alégado eu favor de la
•