PÓR MANUEL
M.
SAl.A.ZA:D. '
49
pero más tarde fut-' E'
\J.llabandonados por
todos
l@s fieles ·que desenga.ñados se recon–
ciliaron con
S~n
Co-rne.Uó.llispntn.
sobre el
\l}:tuthm'to. -
Desde,
el
siglo segun.do_,
á
ct>n:sem1encül!
c;I~l
bautismo
que corit'.eríam J¿s X@mtauistais, se suscitó
en la IgleS;ia larm1estión
sobre
la validez de
t'IS.t@
sacrament0
aidmiJüstrado por
los he:re–
jes. .Alg'uruts
:Igl'.esias
de
Oriente,
princi–
palment'~
las
de Asia-Menor
y
África., lo
rechaza.ron com.o ineficaz; miéntra.s
qn~
en
Occidente, primleipalmeEtte
en
la Iglesia
Romana,
era ardmiMdo, Ji.mitáadose
á
jm–
pone·r
~as
manos
sabre
Jos
ba.ati~.arlos
poi·
tos herf±\jes,
L
~
lvlia-1,1
ªª
;r:~ea:i
(Ja,tóli-
ea.
Estas •
b
~s.
opue
as
~e
oh>ser-.
varon paeifi
'taJ~
te poi·
Mg111.n ti.empo;.
pe–
ro habiend
na~tl>
Sain
Ci riano; en
varios con.cilios reunide>s
e~
Oart01g-o,
todo
bautjsmo administ:radC>
fuera
de Ja Iglesia
Oatólica, el Papa
~am
Estéba.:m
rep11olí>ó
lw
resolució~l
<.te
esos
eoJ.ílciljos
y
1.a
doctrina
d@ San
Cipxiaino;
y
aitm
amenazó
eon la ex–
comuni@1;}
ái
los
qae
:re~JH>'Vairan
el IntntilsmQ.
Esta
:vesolttció~
agrió Ios
á:lilJ,iritirns;
y
la
c~n~
troversia séguid@.
con
cahn· arl])•enazaba
á
1a
Iglesia con
lilll eism1ai
inm.iu@nte,
cmand<r>
~a
1nuerte
de San Est@bam
y Sau. Cipdano
principales
autores
de Ja disputa,
vino
á.
calmar
la
efüPves~encia
file
los
'oartidos.
PesteriormeQte le>s
concilios
de ..Arles
y
Nicea
d:ecidie:con
que "era
vál~do
el bautis-
. 4