POR MANUEL
M.
SAT ....
AZAJ¡.
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del Imperio recobró sus Estados, y ' vuelto
á
R(')mai 1;estab:leció la .Orden de los Jesui- .
tas.
Leon XII,.
en
"ltl
certo Pontificado
de
seis año.s . condenó las sociedades secretas,
publicó
el
Jubfleo de
1800,
que no se
babia
- celebrado
á
causa
de los disturbios políti–
cos,
y
prQveyó de
Obispo~
á
la Amérfoa.
Española
que se 11abi0{
beeho inrlependien–
te.
Pi.o
VIII
apén.asgobernó
dos a.ños.
Gregorio XVI,
m<;>nje camaldulelJlse,
con–
Nervó en
el
tron@ pontificio
la
Figidez
de
la
vid~,
menásitic¡:t,
presenció
ios
primeros mo–
vimiento& revolucionarios de Italia,
y
para
reprimirlos Jlamó
á
los
Au$tríacos;
secua–
dó
los
trabajos de los misioneros,
creé en
·
Améri~a
nn
v:o
ob·
spad.osé
'iutJell~edió
a.n·
te
e:l
Czar
Nie s
or
la
suerbe
de
los
Oa-
tólicos
rusos. -----
Pio IX.-E
e
Juuio de
1846'
fué
ele. ,
~ido
Papa- el
Cardenal Juan
Mana
lV(astai
Ferreti
qne
bi>mó
el
nombre
de
Pi0
IX.
Desde sn
.exaltaci@n •desplegó el nuevo
Pontífice un gran celo por Ja refo:rma de
los abusos que dominaban
en la Iglesia,
é
hizo
á
sus
Estados muchas concesi0nes
Ji-
>
berales, por lo 'que se atPaijo
el
amor de los
'J>Ueblos
1
y
se
hizo el ídolo
d ·e l,os
ItalianoR;
pero habiéndose negado posteriormente
¿,
satisfacer todas , las exigencias
'de Ja
opi–
nión, desapareció
el
entusiaomo
que
á
su
advenimiento :hla:bía
inspirado,
y
exaltados
los ánimos, la Italia fué conmovida ,por la
revolución
que
proclamó
la
unidad ita;lia-