POR MANUEL
'M.SALAZAR
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el estado la.mentable en que se encontraba
la religión eu esas comarcas que habían
sido
el
teatro
de
los errores de los
Alvi–
jeuses;
y
lleno de celo
por la
conversión
<le los in,fieles
y
herejes, fundó
la Orden
de
los
Predfoadores
que debían dedicarse al
estudio
de
las ciencias sagra.daR
y
á la pre–
dicación
[1216].
Aprobada por Inocencio
III
la Orden adoptó la regla
de
San Agm3-
tín,
y
progresó tanto, que antes de morir
Santo Domingo se habían estal>lecid9
60
conventos de los que salieron santos
y
sa–
bios ilustres; entre ellos es muy notable
Santo Tomás
de
Aquino autor
d~
la
Swrna
contra los gentile&.
La eonstitución de los
Predicadores
e a
áloga
á
la
de
los Herma–
nos Menores: el jefe de cada convento es
el Guardian entre los
Fran~iscanos
y
el
Prior entre
los
D-0.mínicos; los conventos
de una nación son gobernados por un Pro–
vincial; el jefe de la Orden es el Ge–
neral que reside en Roma bajo la obedien–
cia del Papa.
Carntelitas.....:...
Esta Orden fué estab\ecida
en el siglo XII por Bertoldo de Calabria
que construyó con algunos compañeros un
monasterio en el monte Carmelo, cerca de
la cueva rlel Profeta Elías. Por esto toma–
ron los asociados el nombre de Carmelitas,
y
se pusieron ba¡jo el patrocinio del Profe–
ta. Aprobada la Orden en el siglo siguien–
te por Honorio III, adoptó una regla seve–
ra que
pr~scribía
la más absoluta pobreza