POR MANUEL M·.
SALA.ZA%175
y
después de
un.Jargo
y
severo noviciado,
qne tiene por objeto. conocer la capacidad
del canclid::iito,
se le destina
conveniente–
mente.
f.1os
Jesuitas están
di
vid
idos
ea
tres
el afiles
ó
-grados:
l.
0
Los
profesos
de
etlatro votos que, además de los votos mo–
místicos,
hacen el
de obedecer
al Papaien
las
misiones.
Los que llegan
á
~ste
grado son
pocos,
de entre ellos; es
elegido
el
General,
y
también
los supe1!'iores de los
diversos
establecimieutos,.
como las
casas
<le los
profesos, colegios, misiones, 6tc.; 2.
0
Los
coadjutores
esptritua.les. La
mayor
parte
de
loR
J
Hsuitas
pertenecen
ái
este grado,
y
es–
tltn encargados de la
instrucción
y
del
mi–
nistel'io sac flot,aJ; 31_>
Los
coadjut<i>res tmn-
porales, qu
gbs
,y
estan
destinados ,
A
108
sc~rvicin.
n
nnales .
.fuos
.Jesuitas de
ea<la.
grado
0
·
gílad(j)S
por
su
superior
inmediato, á toi:fos les está
prescrit,a la
obedíen~ia
más absoluta
á
las
órdenes
del
superior, sin que puedan ni indagar
los
móviles
de·
sus procedimientos. El
gob~er
no de la
Compañía es
moná,rqnico;
el
Jefe
que
reside en
Roma
con
ámplias faculta–
des,
es el
General,
desde el
cuál
hasta el
último
Jesuita
sigue una
escala
de
supe–
riores
y
rectores, orJanización vigorosa
que
ti~nde
á con8ervar
la
más
completa
unida.elde acción.
Trabajos de los Jesuítas.-Los
Jesuít~.~
despl~garon
grande
actividarl en favor
de la Igl13sia: grácias
á
su
habilidad
y
es~