GENEaAt.
·
4·
Ol
~
.
liS
és mento que
obligacion
de
todo escri-
Sialo
•r
r~spetable
'
el no ser jamas el
6rgano
del
xv!r.
fÍtuperio
ni
de la
sátira.
f
Diez
y
sie~e
siglos
han .pasado
desde el
acim1ento
del Christianisrno hasta el tien1-
o que hemos elegido
.por
términp
!
en es–
l~rga cade~a
de años, hemos
fixado nues–
ra
atencion
sobre
un
sin
número de
dife-
rentes
objetos ,.
y
así
no
será
en
vano
vol–
ter
á
juntar
aquí baxo
un
mi sm~
·punto
ie
vista , las
.reflex~ones
que
resultan
de
ellos,
i
fin de ·
impr·esionarlos.
o;¡as ,
y
hacerlos
mas
urables. Un
viagero que recorriendo fas tier–
s
y
los mares
se ha .detenido en difererí–
~s
pueblos. ' ha .observado los
u·sos
y
costum–
res ,
ex.aminado
las producciones
de
la
na-
uraleza'
y
todo lo notable que halló en ·Jos
lliver~os climas~
vuelto
á
su patria
y
tra.n–
~ilo
en lo interior de su casa olvida sus
ratigas
y
se
complace ·qu.ando
se
acuerda
de
tedas las cosas '
curiosas
y
importantes
cuya
memoria ha
cons~rv
a
do.
A
su
exemplo
;va"""
~es
nosotros
á
.referir
baxo
ideas generales
.
sumari~s
los objetos mas.
importan~es
acer–
a de ,
los quales
-debiera descansar
nuestra
·tencíon
en el
v:asto .
~spacio
que
hemos
~
.
/
ecorrido.
Este
resun1en
serv
lfa
para
gra-
~r
mas
·y
mas . én ·la men1oria de nuestros
tctores_
los
principios grandes
y
s6 l ido~
ue .
son
el
fruto
y
últim.asresultas
de to-
Tom. XL
Ce
do