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HISTORIA ECLF.SIASTICA
·siglo sensatos. No debería ser n1énos severo en re–
'·XVI-
prehender ciertos
efectos
de
la
ignorancia
y
de
la
supersticion
que caminan· siempre uno tras
· d e
otro,
quando
se
ve
que
el
imperio · de
las preocupaciones las mas falsas
y
funestas
á
la hurnanidad se extendía sobre las socie–
dades en las quales solo la razon tiene de–
recho de
s·er
oída;
2
pues
qué
solo por
ésta
se
conocen los verdaderos
principios de la
justicia
y
de las leyes
?
Las costumbres de la nacion que eran
humanas
y
finas
baxo Francisco
I.
se
mudá–
ron prodigiosamente en
los
reynados des–
graciados
de los hijos de Enrique II. Se
vei~
en la
Corte una
mezcla galante
de supersti–
cion , de
molicie ,
,¿e
Iiber~inage
y
de
cruel·
dad que traxéron consigo los
Italianos ,
que
viniéron en la comitiva de Catalina de 1v1é–
dicis. Ya no
exístian la':
franqueza
amaqle,
·ni esta galantería caballeresca, ni este gus·
to
á
las honestas di versiones que había he–
cho revnar en su
Corte
el rival
ae
Cár-
"
Jos V.
La
per'fidia ,
la disolucion
y
los
crí-
menes
desconocidos
en Francia ha-sta
e~ta
época no habian tenido lugar. El Pueblo que
sien1pre trueca las ,costumbres de la
Corte,
queriendo imitarlas
.,
s~e
hizo licencioso ,
de–
·senfrenado ., ·se
.entregaba
·sin vergüenza
á
los
mas culpables
,excesos,
y
.mezclaba sus vi–
ciQs
gr.os·eros con
los
de
los
Grandes , que
de-