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HISTORIA ECLESIASTICA
. Siglo
qued'aban sin cultivo,
y
solo
se apreci.,ll
XVII. el
arte
de la disputa ;
porque los
hombr•
entretanto se destruían por el empeño
de
'll
opiniones,
y
querían
tener
tambitn la
gluri:
de defenderlas con
las armas del
disetlr'-1
Argumentaban ,
y
se
sacrificaban
al mi'm'
tien1po
por
unos
misn1os
motivos,
con
ut
furor
n1ismo,
y
con una
misma
sinrazon.
1.•
demls pueblos de Europa,
agitados de ct-n·
vulsiones no ménos violentas ,
y
entres.1da1
al delirio sanguinario
del
fa
na
ti~mo
no cul·
ti
va
ban
ta n1
poco otra ciencia , que la
de
les
argumentos,
y
la controversia.
No obstante penetráron la
~ube
de eqtt
tiempos atroces algunas chispas de tllentes,
y
anunciáron de léjos la aurora de
l0s
tii1~
felices
que
debian salir
del
centro
mic;mo de
las· tinieblas
y
de
la
confusion.
Rabebi~,
Montagiíe,
y
los demas de la sárir
~ mcni~
pea
, ·
á
quienes
consideramos
aquí come
ho1nbres
de
letras
~
sin el cuidado
de
apr..
bar
los extravíos
en que
han
dado ,
presa•
giaban
á
la Francia
el
estado que
tendría
en–
tre los sabios , quando los
espítitus
de
pu·
ti Jo,
cansados
de
las discordias civiles ,
tk
pillage .
y
de
la
destrllccion, se
volviese·n
de
lado de las
letras
~
y
traba jac;en en
pcrfec·
cionar l ..a razon ,
y
extender la esfera de
lo~
conocimientos ,
juntando
el
estudio de 1
1
hechos
al
de
los
principios. Así
en la
es_r1·
ClOl