Siglo
XVII.
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HISTORIA ECLEStASTtCA
De este
modo
los
discípulo~
seguian
sen·~
mente los
paso~
de los que estabJn
cnc:ng~
dos de la
ensenanza ;
y
habiendo
lksJd4
despues
á
ser Maestros , enseñaban
á
sus
cii)o
cípulos
á
caminar
como
ellos por
la stnd:
obscura que los
babia
Jle\'Jdo
á
una
liUCrt•
de
celebridad.
En el uso de
las
fórmul.1s
re·
cibidas por
el
hábito que se
contraia en
Jpli·
carlas
&
todo consistia
el
paslr
por
s.1lic
qualguiera, quando estJ ba
e~
pa.z
de
C('locaf
se~un
las reglas del arte
los
términos
ce~
sJgrados:
y
quando por la
destreza
adquiri·
da de
m:1nejar
estas · suertes
de
armas se
h.l–
bia
tenido 'el acierto
de
ganar
muclus vic·
torias
en la disputa, entónces se consc.uiJ
la
cele
brida
d.
Fr
ncisco
I. que no debió
el
glori•~•~
tftul~
de padre de las
lc:tras
~
la
\isonj:1 J1
los Cortesanos ,
sino al reconocimiento
~~
algunos
sabios
que colmó de
beneficios
e~
sacar las ciencias
y
las artes de la
obscurH
dad,
les
abrió
una
e
arre ra
mas
brillante~
Acercólos al trono
lNego
que se sentÓ en
éll
nim6
sus traba jo ,
recom
pcn só
nlagní6ca–
ment
sus
produccÍ")nes.,
dcrr4mÓ
sobre lot
<iue cultiv
b~n
la
letras,
favores,
y
el aprc:·
cio que la inju ricia
ó
la
inrtiterencia
de
su~
p
ed
cesore
les
habian
ne~ado
:
y
zelosa
p r quit r
á
]a Ita
i
lJ.
gloria
de exceder
en
la
eruOicion )
prendas del
gusto ,
como
~