GENERAL•
.los
miramientos
ácia su
persona, el
respeto
SigJo
·á
su carácter
sagrado
y
á
su
autoridad,
ni
XVII.
la
delit3deza
y
precauciones tocante
á
]a
p!J-
reza
de
sus
motivos ,
aun
en
las
acciones
que pclrecÍJn
n1énos
capaces
de
interpreta.:..
cion
f..tvOrdble,
y
los elogto
que
se debian
justamente
á
~us
eminentes qualidades. El
Arzobi-,po
de Reim
tern1inó su
narracion
di-
ciendo
que el
di ce ;
me
1
ulterior de los
Co–
misarios era,
que en
e~ta
ocasion no
había.
otro
partido
que tornar, que
el
de supli-
car
al
Rey
que le
plu~uiere
juntar un
Con""
cilio Nacional,
Ó
á
lo ménos convocar una .
Junta
General de todo
el
Clero del
Rey•
no, en que la
Igle~ia
de
Francia
repre
en-
tada
por
sus Diputados
pudiese examinar
mas
á
fondo
la~
n)aterias,
tomar
re solu-
ciones ca
p.,ces de terminar este grande ne-
gocio,
y
in1primir1es
el
carácter de autori-
dad que era
necesario para
reunir
todos los
~nin1os
en unos mi
mos
principios,
y
en una
.
d
.
Ad
'
d.
1
1
mtsm.l
tl Ctrtna.
'-
ptose
e.
te
tctamen
una--
nimemer.
te
or todos los Prelados ,
los
qua–
Jes6rmáron
~ ~
pr "Ceso
verbal en
nÚn1~ro
de 4 r , .
comprehend
el
d
en
ellos
nueve
Abates
nom~
brados
para
diferentes Obispados,
que no es-
taban
consa~rddos
,
pc-,rq Je
el
Papa
por una
continulcion de sus procederes se negaba fir–
memente
á
concederles
las
Bulas.
La
rec;olncion
tomada
por
los
Prelados,
Lom.
XI.
1
cu.-