GENERAL.
~~
m: condicíones
del
proyecto
que
él
babia
acepta-
Siglo
do.
La inquietud
de los espíritus no
calmó
XVII.
:1· con
todas las actas
de
la'
autoridad
Pontifi-
·cal
y
real de que hicimos mencion hasta
aquí,
porque
se sirviéron aun de · la
condes–
cendencia de Clemente IX para renovar
y
perpetuar las turbaciones,
y
se pretendi6 que
este Papa babia aprobado la distincion de
derecho
y
de
he,cho ,
y
que con respe,to
á
esto
se habia contentado con el silen·cio res–
petaso. Pero esta suposicion
est~
con tanta
claridad desmentida en toda
la
continuacion
de los hechos ,
y
en el
tenor
de
los
Breves,
cuya
substancia hemos
referido ,
que
no
puede causar
1nucha
admiracion al presente,
de
qne en
el tiempo en
' que
esto~
hechos
eran recientes , 6 el en que aun vivían las
personas
que
habían
tenido parte
en ellos,
y
en qtJe andaban en manos
de todo el
mun–
do
los
escritos que atestigua han la verdad,
hubiese habido escritores harto osados para de.s• {
m·entir públicamente todos estos testimonios,
y
lectores asaz
prevenidos en favor
de
ellos
para creerlos ; temeridvad. por una parte,
y
credulidad por otra que hubieran quedado
en el estado de puras quimeras si sus efec–
tos
no se hubieran extendido hasta nuestros
dias. Una
y
otra sirven
para nuestro
~· esen
gafio
poniéndonos
á
la vista los extravíos en
que vienen
á
parar
los hoxnbres mas sabios
quan-