HTSTOltiA
ECt.ESIASTICA
Siglo ,
entre
los
Cat6Iicos , como
lo es la
qÜe~
XVII. ,
tion presente debemos seguir las
luces ,
,, decisiones del Soberano PontÍfice ,
á
quien
,, quando la Iglesia no habla en cuerpo,
per·
,, renece
pronunciar
y
su
jetar los
ec;;píritus
,, lo que él juzga , siendo ciert<;> que su
au
,, toridad
debe prevalecer
á
todas nuest r
~'
opiniones particulares,
y
aunque se
cono
,, ce la grande
diferencia
que
hay
de pro
,, nunciar
sobre
una qüestion de hecho ,
Ó
so
,, bre una qüestion
de derecho,
y
que
pa·
,, rece que
la
consritucion
del
Papa cae so
,, bre la una
y
sobre la otra; se
~uede
de–
.,, cir
no
obstante, que esta
qiiesrion
de he·
,, dao
está
de
tal
manera
unida
~
la qües–
' ' tion
de
derecho, que
parece cosa
peligro
,, sa en este
encuentro
hacer
la
separacion d
, , ellos. De suerte que
en
e
1 negocio
presen–
' ' te tratándose de s8
ber
si
las
cinco prope
,. siciones
cstan sacadas del
libro de
Jan sc
,, nio,
es
decir , si
se
han concebido
en es
,, te Autor,
ó
no
en
Jos
n1isrr10S términos
,, á
lo
xnénos
en
1
érn1inos equivalentes ,
Y
, si el sentido
á
este
mismo
Autor es el
sen·
,
tidu de
San Agu srin,
que · son dos
cosas,
,, para
cuyo
conocimi enro
hay
necesidad
de
, raciocionio ,
y
sobre las quaJes
habiend
,, habi do diversidad
de opiniones entre los
, , Catól icos ,
hay razon de creer que la
co
,, sa no es tá t an
clara .
que
no
dexe
:llgu n ~
, du