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J
CENE.RAt.
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gos de la
erudicion
y
chiste de
que
esta~an
Siglo
adornados ,
se
reducian
á
aqueJla
única
XVII.
rnáxima
inventada por
Arnoldo,
y
explicada
de mil modos
diferentes ,
por · los Escritores
'JUe
pensaban
como
él, que no hay obiiga-
cion
de someterse
á
lo
que el J?apa pronun41
cía · sobre un hecho , quando
parece
eviden–
temente lo contrario ,
y
cada
uno
que tiene
alg_un
d,iscernimiento de lo
que
pasa
en
su
pensamiento , es el primero
ó
mas bien
el
Únko juez entre los hon1bres , de lo que
le
parece evidente.
Todo
e] mundo,
pues,
ve has•
ta ·d6nde podria llegar esta
máx~ma
en
ma...
teria de Religion , particularn1ente si
se
hu-
biera admitido.
No
so.lamente abriria
la
puer~
ta
á
todos los errores
y
á
todos los cismas,
sino que privaria
á
la Iglesia del Único me..
dio que
ti'ene de
terminar por la via de la
autoridad, las diferencias que se levantan en
su seno: haria inútiles todas las
sentencias
que se pronunciáron aun por los Concilios
generales,
y
trastornaria tambien enteramen•
t e la revelacion ;
y
todas las verdades que
contiene , porque
todos
los que es tan posei-
dos del
error
ó
de Ja
incredulidad , si se
mantienen ec ellos , es porque creen que
la
evidencia
está
por
ellos.
Luego
q~e
Luis XIV
tuvo noticia de
los mandamientos publicados por los quatro
Obispos,
y
d@ su contenido , los
anul6
por
un