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HISTORIA 'ECLESIASTICA
Siglo dad, que
serian increíbles ,
si no
hubiese
mil
XVII.
exernplares
de que
el
falso zelo
es capaz
de todo ,
y
se arroja
á
qualquier -cosa. _
De
tiempo
en tiempo se levantan tempestades
muy
violentas contra los Obreros Evangé.,.
licos ,
y
contra
los
Christianos
á
quien ins""'
truyen. Entónces se acrecientan
los
peligros
7
y
no es -cosa extraña , que muchos rieguen
con su. ·sangre la tierra , que ha sido teatro
de sus trabajos; lo que es gloria
y
triunfo
de -la Re1igion , que aunque sienta la falta
de
los
que se emplean
por
ella
con
tanta
utilidad,
se alegra al mis1no tiempo con una
mue-rte, de cuya
gloria
participa
igualmen-–
te con ellos. El mundo aprende de ahí que
el dia de
hoy ,.
así corno en los primeros
siglo5 , el e5fuerzo
y
caridad que hace los
Mártires , no está
separado del -zelo que
ha–
ce los A p6stoles : verdad es , que esta union
preciosa no se ha1Ja sino 'en el gremio de la:
Iglesia Cat6lica. Las Sectas separa-das de la
Comunion ·Romana· ostentan con parti-·
cularidad en
sus
principios mucho fervor pa–
ra extenderse ,
y
convertir gerites; pero por
lo cotnun andan por caminos secretos
y
obs-..
euros.
Temen
~
Ja Juz ,
y
todavía mas
los
peligros ;
y
mas trabajan en extender su im–
perio
para acrecentar sus fuerzas , que t:to
para instruir
á
los hombres.
La
Iglesia por .
lo contrario
no procura atraer
los . hombres
á