Ass
uNTo
XXII.
28·9
gado el Medico
a
decirfelo por
SI
mifmo. El fe–
o-undo : Habiendo
el
Enfermo recibido lo Sa–
~ramentos
a
Ú1
tiempo, le halla
el
Medico fin
efperanza de vida. Dicelo
a
los Parientes,
y-
que
luego avifen al Parrocha
o
al Confefor, paraque
fe lo diga, le afsiila, y -ayude a bien morir.
y
los
Parientes, por- alguno de dichos motivos, no lo
h:1n hecho . .gn
eite
cafo, vol viendo
el
Medico,
y
hallando al Enfermo tan proxin:10 a la muerte,
fe la debe denunciar, paraque, por incuria de los
Parientes, ne quede í1n ]a importantifsima afsif-.
tencia, que debe preilar]e el Parrocha en aquella
-hora' ayudandole
a
bien morir'
y
acabar en gra–
cia y
a~niftad
de Dios.
2
9
El tercero puede fer efie : Suponefe que
}os Parientes, tanto en el primer cafo, como en
el
fegundo, ya han praéticado
lo
que
el
Medico ha–
b~a
dicho : pero que el Enfermo, afsi a ellos, co–
t-rlo al Parrocha, les ha refpondido con frefcura;
diciendoles : que .no
~ra
cofa de eífo; que aun
no·fe hallaba
en
efte eítado ; que toda via tenia
·b:1ft:1ntes fuerzas ; que ya habria tiempo en ade-
-.b .nte para todo. En cite cafo debe el Medico de–
·nunciar la muert-e al Enfermo, con toda eficacia,
fin falpr a la ÚJavidJ.d
y
al modo
j
defvanecien–
dole todos los motivos , que tenga, para creer lo
-contrario ; y concluyendo , que fe3un todas las
reglas de la Medicina , ya le ha llegado fu hora:
·y
que afsi , no fe defcuide, por
fi..1
parte, de affe–
gurar el pafo
a
la eternidad. El quarto: Llaman
.al Medico de nna Cafc.1. muy diftante de la Igle–
fia Parrocb.ial : llega, y halla en ella a·un Enfer–
m.o que efta ya para entrar en la agonia, fino efta
T
2
ya